El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, junto a Florencio Domnguez / Delegacin del Gobierno

El delegado del Gobierno, Denis Itxaso, junto a Florencio Domnguez / Delegacin del Gobierno

Sociedad

Denis Itxaso subraya la deshumanización que sufrieron las víctimas en los años de plomo de ETA

El delegado del Gobierno destaca el "sufrimiento emocional" y el "ostracismo social" por el que pasaron víctimas y cuerpos policiales en una conferencia sobre el 'Síndrome del Norte'

10 junio, 2022 16:30

El delegado del Gobierno en el País Vasco, Denis Itxaso, ha lamentado la "deshumanización" de la víctima, del agresor y de la sociedad que se produjo en los denominados 'años de plomo' de ETA y ha denunciado el "sufrimiento emocional" de quienes sufrieron el 'síndrome del norte' y fueron "condenados al ostracismo social". El Centro Memorial de Victimas del terrorismo ha celebrado este viernes en la capital alavesa una jornada titulada 'El Síndrome del Norte', en la que han intervenido director del Memorial, Florencio Domínguez, el presidente de ACFSEVT, Francisco Zaragoza, el presidente de la asociación de ertzainas Mila Ezker, Julio Ribero, y el delegado del Gobierno, Denis Itxaso.

Durante su participación en la jornada, Itxaso ha asegurado que esta expresión "obliga a revivir los 'años de plomo' de ETA". "Con ellos, rebrota la pesadilla diaria de atentados que sufrieron los guardias civiles y policías nacionales que trabajaron en Euskadi y Navarra en aquel periodo, condenados a mirar los bajos de su coche, a sentir las miradas de desprecio y el acoso de un entorno agresivo", ha señalado. Denis Itxaso ha recordado que policía y guardia civiles estaban "estigmatizados en su vida social" y sufrían "una hostilidad que más tarde también sufrirían los agentes de la Ertzaintza, desplegados unos años después". Según ha indicado, el "síndrome del norte" es un término que "comenzó a utilizarse en los años 80 para describir un cuadro de estrés postraumático que sufrían miembros del Cuerpo Nacional de Policía y de la Guardia Civil destinados en el País Vasco en unos años en los que el terrorismo etarra llevaba a cabo casi un atentado diario".

Denis Itxaso ha señalado que, en 1980, la cifra de muertos "alcanzaba los 93 asesinados al año" pero, además, existía "el temor constante a sufrir un atentado terrorista". Para el delegado del Gobierno en Euskadi, en su "esfuerzo, sacrificio y en muchos casos su propia vida se ha ido cimentando la libertad, la esperanza y la fortaleza del Estado de Derecho" que, en la actualidad, se disfruta "en plenitud". "Era 1980. A los guardias civiles, a los policías nacionales y a los miembros del Ejército os asesinaban y erais despedidos en funerales rápidos, sin gente, semiclandestinos, en la más absoluta de las soledades. El ataúd era introducido en el coche fúnebre casi a escondidas y partía veloz hacia su tierra de nacimiento. Una despedida vergonzante que hoy nos sigue pesando", ha lamentado.

El delegado del Gobierno ha criticado que "la Policía Nacional, la Guardia Civil y el Ejército, todos ellos han sido considerados por el nacionalismo vasco radical y por ETA como fuerzas represoras y de ocupación del Estado español". Ello conllevó, según ha indicado, "el consiguiente proceso de deshumanización que supone sobre estas personas que tan solo trataban de cumplir con su obligación". "Una deshumanización de la víctima, pero también del agresor y de una parte de la sociedad que observaba todo como un espectador. Sin capacidad de empatizar y ponerse en el lugar del otro y de comprender lo que siente", ha añadido.

Atentado de ETA que acabó con la vida de 13 guardia civiles en Madrid el 14 de julio de 1986.

Atentado de ETA que acabó con la vida de 13 guardia civiles en Madrid el 14 de julio de 1986.

"En el punto de mira de los terroristas"

Denis Itxaso ha afirmado que las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad españolas "siempre han estado en el punto de mira de los terroristas, como después también lo estuvo la Ertzaintza" porque "los declararon objetivos permanentes de sus acciones". "Un sufrimiento emocional para este colectivo del que aún somos deudores porque desarrollaron un papel fundamental en la protección de las libertades, de los derechos, de la democracia y la pluralidad", ha precisado. Para Denis Itxaso, hubo "una sociedad democrática que siempre quiso serlo", pero que "a pesar de la transición que se llevó a cabo con la aprobación de la Constitución, hubo quien siguió plantando batalla a la democracia".

El delegado del Gobierno en Euskadi ha manifestado su deseo de "que nunca se olvide a las víctimas y se dignifique su memoria, entre ellas los 97 militares y 397 miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado asesinados entre 1968 y 2011". "Muchos de los policías asesinados eran personas jóvenes, el 40% de ellos apenas llegaba a los 30 años de edad. Y en muchos casos dejaron viudas e hijos huérfanos que siguieron sufriendo el 'Síndrome del Norte', condenados al ostracismo social", ha añadido.

Se trataba, según Itxaso, de un aislamiento "que recluía a los agentes y sus familias en los cuarteles, en espacios donde solamente podían convivir entre ellos y como furtivos, sin que les conociera nadie". "No podían ni debían por razones de seguridad y de estigma relacionarse con el resto de la sociedad. Es decir, condenados a la imposibilidad de tener amigos entre gente de la tierra", ha denunciado. También ha aludido a "las malas miradas, las pintadas y los insultos", que "les condujeron al retraimiento y, finalmente, al encierro". "No tenían posibilidad de socializar con el resto de la sociedad y no porque no quisieran. Eso llevó a los agentes a actitudes de desconfianza, estrés y conductas autodestructivas, que a menudo se expresaron a través de la drogadicción y el alcoholismo. Adicciones que en algunos casos condujeron al suicidio", ha manifestado.

En opinión de Denis Itxaso, "esa parte de la perversión terrorista no se ha contado suficientemente" y "cuando ya se ha cumplido una década del anuncio del cese definitivo de la actividad armada de ETA, el cometido principal de la Policía Nacional, la Guardia Civil o la Ertzaintza ya no es ese terrorismo etarra". "Nunca podremos saldar la deuda. Fue una labor heroica y profesional", ha concluido.