El Gobierno vasco muestra su "incomprensión" ante la huelga de Educación

Miles de alumnos y sus familias se verán afectados este miércoles por la primera de las dos jornadas de huelga convocadas por ELA, LAB y Steilas en rechazo al borrador del anteproyecto de la futura ley vasca de Educación. Según los sindicatos, que solicitan una escuela "pública, euskaldun y propia", esta ley "lejos de superar el actual modelo educativo dual, lo perpetúa"; según el Gobierno vasco, las razones por las que se convoca el paro “son incomprensibles”. 

Antes de la aprobación de la nueva normativa -que sustituirá a una fechada en 1993- los sindicatos nacionalistas, que suman mayoría en el sector, han llamado a las calles a alumnos, familias y profesores para defender que esta futura ley tenga como eje la escuela pública, que prohíba a los centros concertados cobrar cuotas, que garantice que la competencia para determinar el currículum vasco sea de Euskadi y que establezca un modelo de aprendizaje basado en la inmersión en euskera. 

Esta demanda llega enmarcada en un escenario político incierto, después de que hace escasas dos semanas la oposición de izquierdas mostrara su malestar ante un acercamiento del Gobierno a la oposición de derechas, PP+Cs, tras ofrecerles, en el marco del acuerdo presupuestario, extender los conciertos con centros de titularidad privada a las aulas de 2 años. Oferta que implicaría mayor monto del presupuesto para estas escuelas. 

En ese momento, Ekoitz Arrese, de EH Bildu, admitía no entender esta oferta del Gobierno Vasco y advertía que les generaba desconfianza: “No entendemos cuál es el mensaje político que se quiere transmitir, ni la intención política que tiene” y que podía suponer una ruptura. Por su parte, la portavoz de Elkarrekin Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, consideraba que la propuesta a PP+Cs era la "gota que colmaba el vaso" de los "incumplimientos" del Gobierno vasco y le acusaba de "romper" el pacto firmado en abril entre Gobierno, EH Bildu y Podemos.

Dos semanas después parece que las aguas se han calmado, después de que los coordinadores generales de EH Bildu, Arnaldo Otegi, y de LAB, Garbiñe Aranburu, a pesar de remarcar que la educación necesita un cambio "profundo", hayan considerado que ese acuerdo educativo "es un buen punto de partida, siempre y cuando sea útil para garantizar una transición hacia un sistema educativo propio vasco". Lejos quedan así los reproches escuchados hace 14 días, este martes la actitud hacia el Gobierno vasco ha sido muy diferente. Otegui ha apostado por "ser capaces de llegar a acuerdos" para lo cual "había que establecer nuevos cimientos" y ha subrayado que el reto de los próximos meses es garantizar un correcto desarrollo del pacto educativo.

Por su parte, el ejecutivo vasco también se ha pronunciado. El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha afirmado que, ante esta huelga y la convocada para el próximo 14 de diciembre, el Gobierno vasco sólo puede mostrar "su incomprensión" ya que los sindicatos que han convocado la huelga han presentado como "razón" un proyecto de ley que "aún no ha sido aprobado por el Gobierno, que aún no ha sido aprobado por el Parlamento vasco y que ha estado expuesta a la opinión pública".