Bilbao se concentra en repulsa del asesinato machista en el barrio de San Francisco

Representantes de todas las instituciones vascas y ciudadanos han mostrado este jueves su repulsa ante el "asesinato machista" de una mujer en Bilbao ocurrido este pasado miércoles, sumándose a la concentración de condena convocada este mediodía por el Ayuntamiento bilbaíno. Han pedido que la justicia actúe de forma "contundente", una "condena ejemplar" y "no quedarnos parados pensando quién va a ser la siguiente".

La comunidad boliviana en Bilbao y sus amigas y compañeras han pedido "justicia" para Rebeca, la mujer asesinada supuestamente por su pareja sentimental en el bar que ambos regentaban en el barrio de San Francisco, y que el supuesto agresor sea extraditado a Bolivia para que cumpla condena en el país andino. Esta reclamación ha sido realizada por representantes de dicha comunidad y amigas de la fallecida al finalizar la concentración silenciosa de cinco minutos.

Tras los cinco minutos de concentración silenciosa, el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, ha reiterado su "enérgica repulsa y condena" ante este "atroz asesinato machista" de una mujer "asesinada por el solo hecho de ser mujer" y ha advertido que "no podemos quedarnos en las palabras y pensando quién va a ser la siguiente", sino que "es necesario ahondar en un trabajo conjunto entre la sociedad, las instituciones, la justicia y la policía". Según ha señalado, "normalmente un asesinato machista no surge de repente", sino que "detrás de un asesinato machista casi siempre hay una historia de violencia machista, de sufrimiento, de malos tratos y de mujeres que sufren violencia machista". Por ello, ha considerado necesario "el compromiso de todos para ser capaces de parar esas situaciones".

La consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, ha mostrado, en nombre del Gobierno Vasco, la "más absoluta condena ante un hecho reprobable como es el asesinato de Rebeca, una mujer que vino a Euskadi buscando un futuro mejor, pero su proyecto de vida ha sido truncado por simplemente el hecho de ser mujer".

El cónsul de Bolivia en Bilbao, por su parte, ha informado en el acto de que el Gobierno del país andino se va a hacer cargo de los gastos de repatriación del cuerpo de Rebeca a su país, gesto que ha sido agradecido por la comunidad boliviana que había iniciado una colecta entre sus miembros para asumir dichos gastos.

A la concentración han asistido, además del alcalde de Bilbao, la consejera Artolazabal y los portavoces de todos los grupos políticos, el diputado general de Bizkaia, Unai Rementería; la presidenta de las Juntas Generales de Bizkaia, Ana Otadui; la directora de Emakunde, Miren Elgarresta, y una representante de EUDEL, además de miembros de las ejecutivas del PNV y del PSE-EE y parlamentarios y congresistas de estas formaciones, como Patxi López e Iñigo Iturrate, y el secretario general de CCOO, Unai Sordo.

La portavoz de la comunidad boliviana en Bilbao, Ninfa Salazar, ha manifestado a los medios: "Sólo pedimos justicia, justicia y justicia para Rebeca y, si es posible, que lo extraditen a Bolivia para que lo juzguen, lo condenen y cumpla la pena allá, como boliviano que es, porque aquí (en España), la cárcel es un hotel", ha reprochado.

Salazar ha confirmado que el supuesto agresor "tiene antecedentes" por maltrato a parejas sentimentales anteriores, ha señalado que llevaban un año viviendo juntos y que Rebeca conocía esos antecedentes violentos. "Era consciente de la situación pero no ha querido abrir los ojos en el momento y ahora ya es tarde", han agregado otras amigas de la fallecida, que también lo eran del supuesto agresor. "La pareja era amiga nuestra pero jamás pensamos que iban a llegar a una situación como esta; jamás podíamos pensar en llegar a una situación tan grave como esta, en la que la iba a apuñalar, y dejarla tirada como un perro en el suelo del bar", han agregado.

Rebeca Huayta, de 45 años y natural de Patacamaya, una pequeña localidad andina situada a 3.800 metros de altura, muchos de cuyos habitantes han emigrado para ganarse la vida en otros países, había llegado a Bilbao hace dos décadas en compañía de su exmarido y su única hija, que la dejaron sola en la capital vizcaína y su hermana, que también murió víctima de un agresor machista en 2018 al ser arrojada por su pareja desde un quinto piso en el barrio de Rekalde, han relatado sus amigas.

"Dos hermanas trabajadoras que vinieron aquí ha ganarse la vida y que han muerto a manos de agresores machistas", han lamentado sus amigas.

La portavoz del colectivo, Ninfa Salazar, ha pedido a las mujeres que tuvieron relación con el agresor que se sumen a la denuncia contra él para conseguir que "este caso tenga más fuerza y que tenga una condena mucho más grande".

Salazar ha expresado la angustia de las mujeres ante la violencia machista que sufren porque "estamos indefensas; no sabemos con quién dormimos, pero no puede morir ni una mujer más, por lo que pedimos ayuda a las autoridades", ha clamado.

La amiga íntima de Rebeca, que era el único sustento de su familia en Bolivia, Carolina Condoreo, ha mantenido que la víctima "vivía atemorizada de que algún día le pudiera suceder esto, pero no ha podido salir de ello porque ella tenía un sentimiento". Condoreo ha lamentado entre lágrimas haberla animado a "seguir adelante con Leonel" pero advirtiéndola de que "no se dejara maltratar".

"Esta mujer no se merecía que la mataran y la dejaran tirada en el suelo de un bar; vino a trabajar aquí para sacar a su familia a flote y ahora, qué va a pasar con su familia", se ha preguntado entre sollozos.

"Que pague lo justo, lo que se merece por haberla dejado morir tirada en el suelo. Queremos justicia por las mujeres, por favor", ha concluido.

Ninfa Salazar, por su parte, ha agradecido que "las autoridades de aquí no nos hayan dejado solas y nos hayan apoyado".

El supuesto autor confeso de la muerte de Rebeca permanece a primeras horas la tarde en dependencias de la Ertzaintza a la espera de ser puesto a disposición judicial para que determine su situación procesal por estos hechos.