La criminalidad y su aparente aumento lleva años estando en el punto de mira de los expertos vascos. La tendencia al alza que se venía reportando en los últimos años se ha confirmado nuevamente con los últimos datos proporcionados por el Ministerio de Interior, que desvelan que en el primer trimestre del año la criminalidad aumentó en Euskadi un 6,4%.
La Ertzaintza, las policías locales, la Policía Nacional y la Guardia Civil registraron un total de 26.396 delitos en solo tres meses, y aunque la mayoría de ellos, 6.255, estaban relacionados con la ciberdelincuencia, se ha experimentado un aumento importante de la delincuencia relacionada con drogas -subió un 22,5%-, de los hurtos -subió un 8,7%- y de las riñas tumultuarias -crecieron un 7,4%-. Así, en Euskadi en solo tres meses se denunciaron 9.176 delitos relacionados con el tráfico de drogas, 7.950 hurtos y 333 delitos graves y menos graves de lesiones y riñas.
¿Fenómeno emergente?
Bajo este contexto, y en los últimos ocho años, el cuerpo de seguridad vasco ha detectado además un fenómeno que ha provocado la preocupación de muchos expertos: las bandas juveniles violentas en Euskadi. Un fenómeno que si bien en el último año ha registrado un descenso de los hechos delictivos denunciados, registra todavía cifras altas. En 2022 se detectaron 194 hechos delictivos cometidos por estas agrupaciones, en los que participaron un total de 1466 personas. Son 35 incidentes menos respecto al año anterior, un 15,3% menos; en los que se han detectaron como autores a 115 participantes más. Por lo que, si bien han cometido menos hechos delictivos, los grupos son cada vez más numerosos.
Los jóvenes que no se consigue identificar -837 en el último año- superan ya a los que sí son identificados -629-, rompiéndose la tendencia de años anteriores. Esto, aclara el informe elaborado por la Ertzaintza, se debe a que en muchas acciones como como las riñas tumultuarias, la identificación de las personas participantes resulta complicada por el elevado número de intervinientes en las mismas, así como porque estas abandonan el lugar en el momento que detectan la presencia policial. Por eso, el número de personas no identificadas continúa al alza durante los 4 últimos años.
La mayor parte de hechos delictivos, como viene demostrando la tendencia, se han vuelto a registrar en Bizkaia, 154, frente a los 28 en Álava y a los 12 en Gipuzkoa. Aunque, eso sí, la tendencia descendente en este último territorio se rompe, y aunque sigue en términos reducidos, alcanza ya niveles del 2019.
Portugalete, la localidad con más hechos delictivos
Si ponemos la lupa en Bizkaia, se detectan novedades respecto a años anteriores. Bilbao tuvo 5 casos menos que el año anterior. La margen izquierda ha sido la zona donde más se han reducido los hechos, registrando una caída del 37%; por el contrario, la margen derecha ha sufrido los mismos hechos delictivos que el año anterior, siendo el entorno de la discoteca Sonora en Erandio el lugar más conflictivo, además de Getxo.
Destaca, también, la consolidación de actuaciones con pandilleros en otras zonas de Bizkaia distintas a las anteriormente citadas, como Meatzalde, Duranguesado y Basauri. Por otra parte, Portugalete ha sobrepasado a Barakaldo como la localidad con más hechos delictivos, aumentando la incidencia del municipio en un 112%. Por el contrario, en Barakaldo y Sestao desciende la actividad pandillera, un 61% y 77% respectivamente.
Los robos con violencia e intimidación crecen exponencialmente
Las lesiones y robos con violencia suman más del 62% del total de hechos delictivos; así son los más numerosos seguidos por las riñas tumultuarias y las amenazas. En cuanto a su evolución, las lesiones disminuyen respecto a los años anteriores un 18,3%, representando el 34,5% del total de los hechos. Los robos, por el contrario, continúan incrementándose a lo largo de los últimos años, un 12,5% más que el año anterior y suponiendo el 27,8% de los hechos.
Las riñas tumultuarias van aumentando progresivamente sus cifras respecto a años anteriores, alcanzando las 24, mientras que las amenazas continúan en parámetros similares a otros años. Las riñas tumultuarias son las acciones más cuantiosas en participantes, 639 personas. A estas les siguen las lesiones (327), los robos (269) y las amenazas (143). Además, destacan los tres intentos de homicidio ocurridos, en los que han participado como autores un total de 14 personas, de las cuales 11 han sido identificadas (8 en una agresión grupal ocurrida en Portugalete).
Les Derniers Salopards acapara la mayoría de hechos delictivos
De todas las pandillas juveniles detectadas en incidentes, las más activas tienen su ámbito de actuación en el área metropolitana de Bilbao, destacando la actividad de Les Derniers Salopards (LDS) con 68 hechos (incluido el intento de homicidio en Portugalete). La incidencia de sus componentes, mayoritariamente magrebíes, ha sido muy elevada, pasando de las 33 acciones en 2021 a las 68 del último año. Por el contrario, pandillas como LHK, pasan de 40 a 18 acciones, motivado principalmente por la detención de 16 de sus componentes como autores del intento de homicidio en Amorebieta en el 2020).
En torno al 55% de los participantes de estas bandas son nacidos en el extranjero (347) y el resto (282) de origen nacional; además, los hombres acaparan prácticamente la totalidad de la actividad ilícita (608), mientras que las mujeres se sitúan en un nivel muy inferior de participación en estos grupos (19), ya que, según detalla el informe, estas no suelen formar parte de las bandas juveniles y cuando lo hacen, tienen un papel secundario.