El apellido más común de España es de origen vasco: de dónde viene y cuántos lo llevamos

Aunque los romanos establecieron un sistema de identificación de las personas conocido como Tria Nomina, basado en un praenomen (nombre o nombre de pila), un nomen (equivalente al apellido) y un cognomen (especifica la rama de la familia y estaba vinculado a características físicas o psíquicas del individuo o de sus antepasados), este método desapareció con la llegada de la Edad Media. 

La RAE define la palabra apellido como "nombre de familia con que se distinguen las personas" o "sobrenombre o mote". Los apellidos, tal y como se conocen a día de hoy, nacieron en el periodo medieval cuando las clases altas comenzaron a usarlos para identificar a un individuo por su pertenencia,  lugar o familia. Al principio solo se añadía algo más para ayudar a distinguir a una persona de otra, como el lugar de origen, el trabajo o un rasgo físico. También se usaba el nombre del padre, que de ahí comenzaron a surgir los apellidos terminados en 'ez'.

Según el  Instituto Nacional de Estadística (INE), los más frecuentes en España son García, Rodríguez y González. De hecho, los datos de este instituto recogen que hay 1.449.647 residentes que tienen García como primer apellido. Mientras que 1.469.697 españoles lo tienen como segundo. Así, García se corona como el primer apellido más extendido en el Estado y uno de los más extendidos en Latinoamérica.

Un apellido de origen vasco

Hay cuatro apellidos frecuentes en todas las provincias de Euskadi, como Fernández, González, Rodríguez y García. Este último lo llevan, como apunta el INE, más de 24.000 personas en Bizkaia, territorio donde más se usa en comparación con Gipuzkoa y Araba. 

Es uno de los apellidos más antiguos del Estado y es vasco. Tanto la Real Academia de la Lengua Vasca, Euskaltzaindia, como los diccionarios vascos más importantes señalan su origen en el País Vasco. Se trata de un apellido patronímico, de linaje concreto. 

La primera vez que se usó el apellido de García fue en lo que hoy se conoce como Navarra, pues Garzia aparece por primera vez en documentos de los años 789 y 791. Según el filólogo e historiador Ramón Menéndez Pidal, desde el territorio vasco se habría extendido, durante la Reconquista, a todo el Estado. Algunos autores destacan que la primera persona en usarlo fue el primer rey de León, García I de León. Este fue hijo del rey de Asturias Alfonso III el Magno y de la reina Jimena de Asturias. 

El historiador y heraldista Alberto Montaner, apunta que García significa hartz, 'oso' en euskera. Esta palabra sonaría como hartz, según Montaner, y se convertiría, más adelante, en (h)artzea. Sin embargo, el lingüista Alfonso Irigoyen explica que García viene de gazte, que en euskera significa 'joven'. Algunos filólogos han determinado que el apellido evolucionó de diferentes formas: Gacía, Gacías, Garcés, Gárcez, Garci, Garcías, Garsea, Garsés, Gartzea, Gartzes, Gartzia, Gaztea o Garzón, entre otros.

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