Usuarios, pacientes y profesionales se dan cita este sábado en las tres capitales vascas para reivindicar “un modelo de sanidad 100% pública”. Lo hacen tras el llamamiento de Plataformas en defensa de la Sanidad Pública (OPA Herri Plataformak) para denunciar “el desmantelamiento y la privatización”, que según diferentes agentes públicos está viviendo el Sistema vasco de Salud.
La plataforma, de la que forman parte diferentes asociaciones de padres, vecinales, grupos políticos como EH Bildu e incluso sindicatos, como ELA y LAB, denuncia "la campaña mediática del Gobierno vasco a través de los medios negando el malestar de la ciudadanía vasca y de los trabajadores de la sanidad". A su juicio, Osakidetza ha experimentado “un deterioro significativo los últimos años”, por ello y al igual que lo defiende el movimiento feminista, están convencidos de que “la solución parte de establecer un sistema de cuidados integral, público y de calidad, que cubra todas las etapas de la vida; y que se genere desde una colaboración entre todas las administraciones públicas concernidas”.
Creen “absolutamente necesario” un cambio de modelo, y que éste nazca desde la participación ciudadana. Una gestión que debe ser “democrática, creando estructuras que aseguren la participación de la ciudadanía y control a todos los niveles”. Para ello, según esta plataforma se requiere una refundación de la Atención Primaria (AP), que la convierta en la piedra angular del sistema asistencial sanitario, y no “en una mera puerta de entrada”, y que además permita el seguimiento de los distintos problemas de salud de un paciente por el mismo equipo asistencial (longitudinalidad); que garantice equidad de acceso, primando la atención presencial; que esté dotada de los recursos necesarios (con financiación suficiente, hasta alcanzar el 25% del presupuesto sanitario), y disminuyendo la creciente brecha entre la atención primaria y la especializada; que cuente con amplia autonomía de organización, y adecuando el sistema público al medio rural; y que amplíe los servicios sanitarios ofertados: mental, laboral, comunitaria, preventiva, bucodental, fisioterapia, geriatría…
Asimismo, esta plataforma critica que cuando desde Osakidetza hablan de sostenibilidad "realmente están hablando de recortar", cuando hablan de crear empleo "se refieren a destruir empleo público para generar empleos precarios en empresas privadas", cuando hablan de mejoras tecnológicas "hablan de atención precaria y de aumentar la brecha digital" y cuando hablan de colaboración público-privada "realmente quieren decir privatizar la sanidad pública".
Y va más allá: "La ciudadanía no es tonta y se está dando cuenta de la manipulación a la que se está siendo sometida, más aún cuando están viviendo en sus propias carnes las consecuencias de los recortes y de la privatización; como las listas de espera, los cierres de PACs o recortes de los horarios de atención en los Centros de Salud”.
Los pensionistas se unen a la reivindicación
A las manifestaciones se unirá también el Movimiento de Pensionistas de Euskadi, con el lema 'Defendamos la sanidad pública. Ni un euro público para la sanidad privada'. Este colectivo denuncia que la "política de recortes" en la sanidad pública ha provocado un aumento de las listas de espera "injustificable" para acceder a un especialista y de los plazos para someterse a una intervención quirúrgica, y defiende que, "estos problemas son producto de una falta de soluciones y de planificación, motivada por una gestión política irresponsable y negativa de la dirección de Osakidetza y del Gobierno vasco. Paralizar y revertir las privatizaciones realizadas hasta la fecha y adoptar medidas para promocionar y reforzar un sistema de sanidad público, de calidad e integral es el único modo de dar solución a un problema que cada día preocupa más a la sociedad".
La apuesta del Gobierno vasco
Si bien estas reivindicaciones son constantes en Euskadi desde hace meses, la de este fin de semana se da tras la presentación de los presupuestos para el próximo año, en la que se destinó una partida a Osakidetza de 4.896,6 millones de euros, un 5,3% más que el año pasado. Monto que, según la consejera de Educación, irá precisamente destinado en gran parte a la reducción de externalizaciones sanitarias y a la estabilización de la plantilla, con el objetivo de reducir la tasa de interinidad dentro de Osakidetza por debajo del 8% marcado por la UE.