Ha pasado más de una semana desde el fichaje de Jon Rahm por LIV Golf, un fenómeno mundial que cubrió las portadas de los periódicos más destacados a nivel mundial. Su adiós del PGA Tour para unirse a la liga árabe los próximos 4 años y medio a cambio de 565 millones de dólares supuso un golpe de moral para los estadounidenses. Supone la marcha del número tres del ranking mundial y uno de los golfistas que más dinero genera en el mercado actual. Una decisión que termina en una ruptura con consecuencias para el de Barrika, que le impide disputar más torneos del circuito americano por ahora.

La tensa relación entre el PGA Tour y LIV Golf salpica por completo a Rahm. Se palpó el pasado sábado en el Estadio de San Mamés, en la disputa del encuentro entre el Athletic Club y el Atlético de Madrid. El vizcaíno tenía intención de hacer el saque de honor con la chaqueta verde que conquistó en el último Masters de Augusta, pero la liga negó la autorización e impidió que su sueño fuera consumado. El impedimento de disputar más campeonatos americanos, sumado al veto de lucir la indumentaria en eventos públicos, confirman el veto momentáneo del PGA Tour.

Jon Rahm y Greg Norman, en la firma del acuerdo del LIV Golf. AP/Scott Taetsch

Una guerra que no solo está afectando a ambas ligas, sino también a los golfistas más relevantes del panorama internacional. Viktor Hovland, artífice de la victoria de Europa en la Ryder Cup y actual número 4 del ranking, entiende la decisión de Rahm y subraya que "la dirección que está tomando el PGA Tour está siendo nefasta. Ven a los jugadores como mano de obra y no como miembros. Cuando ves lo que pasa de puertas para adentro y cómo se toman decisiones... No son golfistas profesionales, son empresarios. Hay mucha arrogancia y luego pasa lo que pasa", haciendo referencia en este último punto al propio Jon Rahm.

"La dirección que está tomando el PGA Tour está siendo nefasta, ven a los jugadores como mano de obra y no como miembros"

Viktor Hovland, número 4 del mundo

Lo cierto es que la vida del vasco ha cambiado por completo desde su vínculo con LIV Golf. Ha firmado el tercer contrato más elevado de la historia del deporte, superado solo por el de Leo Messi (674 millones de dólares con el Barcelona en 2017) y el del japonés Shohei Ohtani en béisbol (700 millones con Los Ángeles Dodgers hace unos días). Pero más allá de la fortuna, Rahm se defendió afirmando que "no es sólo cuestión de dinero". Según destapan diversos medios estadounidenses, el vizcaíno tendrá poder de decisión dentro de la liga árabe, ya que tendrá acciones para poseer y dirigir uno de los equipos. Un punto que lo sedujo mucho, aunque no es el único que está incluido dentro de su contrato.

Cuatro millones más por ganar torneos

Nada más estampar su firma, el de Barrika sabía que iba a recibir alrededor de 302 millones de dólares por adelantado antes del inicio de la temporada. El medio inglés The Sun, además, aseguró que "también recibió bonitos regalos del LIV Golf, como usar los jets privados del Saudí Royal para él y su familia, pero también muchos beneficios como subsidios para vivienda. Creo que entre 8 y 10 personas trabajarán para él y dispondrá de un asistente personal y de un chef personal, entre otras cosas".

Entre 8 y 10 personas trabajarán para él y podrá usar uno de los jets privados del Saudí Royal

No sólo sumará beneficios por ser la principal imagen del semiprofesional campeonato árabe, sino que además percibirá diferentes bonos por apariciones en diversos eventos públicos. "Los bonos son por cosas como ganar torneos, alrededor de 4 millones de dólares cada uno, y también por hacer apariciones y patrocinadores. Percibirá entre 30 o 40 millones de dólares al año", recalca el medio inglés.

Jon Rahm celebra el triunfo conseguido en la última edición de la Ryder Cup. REUTERS

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