Esta semana la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de San Sebastián ha acordado la constitución de la Entidad Local Menor de Igeldo para, posteriormente, realizar la consulta a los electores del territorio que haya de ser base de la Entidad y obtener su opinión no vinculante una vez adoptado el acuerdo por el pleno este próximo mes de enero. El alcalde de la capital donostiarra, Eneko Goia, explicó que será una consulta "obligatoria" para todo aquel residente, lo que implica que, una vez conocido el resultado definitivo, la Diputación Foral de Gipuzkoa podrá tomar la última decisión sobre un caso que pondría fin a una larga historia de intentos sin éxito por parte del barrio.
Sobre sus verdes laderas hay caseríos y chalés en los que se alojan una pequeña parte de los 1.075 habitantes de este barrio de San Sebastián. La mayoría de los vecinos reside en torno a un pequeño casco urbano de carácter rural, situado a algo menos de cuatro kilómetros del barrio de Antiguo. De ahí que muchos de sus vecinos, dada la distancia que hay de sus casas hasta el epicentro de la ciudad de Donostia, pidan que, al menos, puedan gestionar algunos sectores de manera propia.
"Cuando se hizo la consulta, avalada por el Ayuntamiento y por la Diputación, tanto PP como PNV y PSE recurrieron"
En el año 2013 estuvo a punto de conseguir la desanexión con la capital guipuzcoana, con Juan Karlos Izagirre (EH Bildu) como alcalde, pero tanto PP, como EAJ-PNV y PSE-EE se opusieron al deseo de los vecinos de Igeldo, lo que implicó que el Tribunal Supremo ratificara seis años después la anulación de la segregación del barrio, una decisión que supuso "un revés" para ellos, tal y como informa para este medio el concejal de EH Bildu, Markel Ormazabal. El donostiarra, que forma parte del partido encabezado por Juan Karlos Izagirre, destaca que "cuando se hizo la consulta, avalada tanto por el Ayuntamiento como por la Diputación Foral de Gipuzkoa, hubo tres partidos que recurrieron ante los tribunales los resultados".
PNV alegaba que carecía de población suficiente
Un tira y afloja constante que trae un largo historial que se remonta hasta el año 1995, momento en el que se archiva el primer expediente de segregación. Tras la realización de un referéndum, éste arrojó que el 62,5% de la población del barrio donostiarra apostaba por la desanexión. Diez años más tarde, en 2005, Itxas Aurre (colectivo que representa a los habitantes partidarios de la secesión), el Ayuntamiento y las Juntas guipuzcoanas entablaron conversaciones para crear en Igeldo una entidad menor. Sin embargo, no fructificaron y en 2007 se reactivó de nuevo el expediente. Tres años más tarde, el PNV desestimó que Igeldo fuera un municipio independiente, argumentando que "carecía de la población suficiente según la Norma Foral 2/2003".
En su momento, Juan Karlos Izagirre, alcalde de Donostia entre 2011 y 2015, dejó claro que para él "existen pueblos como Alza e Igeldo que están dentro de la administración de la ciudad", aunque defendió que "en todo momento respetamos la libertad de los vecinos del barrio", mismas palabras que a día de hoy defienden desde su partido. "Estamos hablando de una zona con una identidad propia que pertenece al barrio más lejano de la ciudad", destaca Ormazabal.
Proceso complejo
Desde la anulación del Supremo en 2019, han tenido que pasar cuatro años para que el actual alcalde de Donostia, Eneko Goia, haya acordado la constitución de la Entidad Local Menor de Igeldo para, posteriormente, realizar la consulta a los electores del territorio. Una vez realizado el proceso, que será "obligatorio" para todos aquellos, el expediente pasará a manos de la Diputación Foral de Gipuzkoa. "Si los resultados de los ciudadanos del barrio son favorables, lo normal sería que la Diputación tomara una decisión definitiva un mes después dando el visto bueno", afirma Ormazabal.
"Excepto urbanismo, vivienda y un par de sectores más, la mayoría de las competencias pasarían a Igeldo"
Si todo marcha en dirección correcta, habría que decidir qué competencias se transfieren a Igeldo. "Son múltiples las ordenanzas y reglamentos que inciden en las competencias objeto de transferencia", avisa el concejal donostiarra, añadiendo que "habría un alcalde de barrio, con tres o cuatro trabajadores funcionarios técnicos que cubran las necesidades. Durante el proceso el trabajo que se ha hecho ha sido qué competencia puede otorgarle la ciudad y cuáles por ley no se pueden. Excepto urbanismo, vivienda y un par de sectores más, la mayoría de las competencias pasarían a Igeldo". Resume todo esto como que Igeldo "sería casi un pueblo sin serlo realmente".