Esta es la ruta más sorprendente de Euskadi: un escenario que te dejará con la boca abierta

La realización de una ruta es atemporal. Se pueden descubrir increíbles paisajes tanto en otoño como en invierno, primavera o en verano. De la naturaleza siempre brota la belleza: flores, lagos, bosques, nieve...Da igual. Lo importante es que uno se sienta como si estuviera dentro de un cuento. 

Euskadi es el lugar perfecto para ello. Además ofrece infinitas rutas para apreciar la belleza de diferentes formas, por lo que cientos de ciudadanos se dedican a organizar rutas en esta zona. Existe una en la provincia de Álava que es la más sorprendente del territorio vasco por sus zonas boscosas y sus cascadas. 

La ruta del agua del río Inglares

La ruta del agua del río Inglares sigue el camino del río Inglares y comienza en el parking de Berganzo, en el municipio alavés de Zambrana. El pueblo de Berganzo es, como Ocio y Portilla, uno de los tres pueblos que generan esta espectacular visita. 

Esta ruta circular y cómoda de dos horas y media que finaliza en el centro de Berganzo une todo lo que busca un turista: buenas vistas, bosques, cascadas cristalinas, un fácil recorrido y pueblos urales, tal y como señala la página web de Turismo Vasco.  

La ruta comenzará en Berganzo siguiendo las señales fáciles de la ruta del agua: dos rayas de color blanco y azul. La primera parte del camino está llena de árboles y cuenta con un desnivel hasta que se llega a un cruce. Una vez en esta zona hay que girar a la izquierda y descender hasta el río Inglares. 

El desnivel de 200 metros con los que cuenta la ruta genera cascadas y rápidos ideales para ser observados y capturados. Una vez se recorre la 'ida' se llegará hasta una carretera que debe ser atravesada. A unos 5 minutos, señala la web, el turista observará la cascada de las Herrerías. Es importante bajar hasta el río para tener una buena vista de esta.

Ruta del agua del río Inglares. José Peral Merino Flickr

Hay que pasar por la cascada por la izquierda para llegar a la próxima parada, pero antes hay que atravesar una cuesta bastante pronunciada. Una vez llegados arriba, el visitante se encontrará listo para realizar el recorrido de vuelta y se topará con el canal de agua de la central Hidroeléctrica. 

El camino de vuelta es diferente al de la ida. El primero está rodeado de bosques en la zona baja cerca del río, mientras que el de vuelta permite recorrer la zona desde arriba ofreciendo increíbles vistas y cerca del canal de agua de la central. 

Siguiendo el recorrido habrá diferentes parajes, "como el que crean los túneles esculpidos en la roca para el paso del canal, unos espacios diferentes que aportan más belleza si cabe al recorrido".

El final de la ruta lo marca  una llave de hierro desde donde se regula el canal. Posteriormente el camino desciende hasta Berganzo, que permite realizar diferentes actividades complementarias con los amigos o la familia. 

Eso sí, antes de realizar la ruta se necesita reservar para aparcar en Berganzo por tres euros y quienes deseen realizarla tendrán que pagar a través de la plataforma PVerde.