Existe una ciudad amurallada en España que es la mejor conservada de Europa. Se trata de Ávila, con capacidad de trasladar a cualquiera a la Edad Media con tan solo pasear por su casco viejo. Y es que España es un país con mucha historia, por lo que alberga decenas de murallas medievales muy interesantes. 

Las diez ciudades amuralladas más impresionantes, además de la ya mencionada, para visitar son Córdoba, Ciudad Rodrigo, León, Lugo, Albarracín, Morella, Trujillo, Toledo y Peñíscola. Cada una de ella con su encanto, sorprendentes y con su propia historia. Pero existe una muralla muy llamativa en el norte de España, en Gipuzkoa, que se esconde en un lugar diferente.  

El parking del Boulevard

Se trata de una muralla que se derrumbó, según EL DIARIO VASCO, en 1863. Antaño, la ciudad se encontraba rodeada de fortificaciones militares. La última, la que se derrumbó en el año mencionado, se ubica en el parking del Boulevard, bajo el Mercado de la Bretxa, donde estaba la muralla que fijaba el límite de la Parte Vieja.

[Este es el sorprendente significado de la palabra 'Gipuzkoa': no te lo esperas]

Sus restos salieron a la luz en 1997 con la construcción del parking, tal y como indica el blog de Se hace camino al andar. Antes se ubicaba en la Parte Vieja, donde hubo una ciudad antes de un incendio que ocurrió en 1813, como expone el diario. "La anterior era una ciudad medieval, irregular, salpicada de casas-torre que se fundían y confundían con la muralla".

José María Leclercq, en su obra Historias Militares de San Sebastián. Vida y asedio de una pequeña gran ciudad, apunta que este primer "anillo defensivo existía ya cuando Gipuzkoa (entonces dentro de Navarra) se unió Castilla entre los años 1194 y 1200. Una muralla que iba de la casa-torre del campanario y rodeaba la Parte Vieja por Campanario, Embeltrán, Sarriegui y San Juan. 

Otra sorpresa de Donostia

La ciudad de Donostia está llena de sorpresas, no solo cuenta con esta muralla. Hay otras curiosidades como la de la famosa sirena que suena cada día a las 12.00 horas desde hace décadas. Un sonido que viene de la calle Garibai. No se trata de algo bélico, sino de un sonido que deriva de una tradición. 

[Esta es la parte de Bilbao que se esconde en una esquina de esta iglesia de España]

Desde San Sebastián City Tour exponen que esta costumbre se remonta al siglo XIX, cuando en la Plaza Gipuzkoa había un cañón que, cada día, se prendía con la luz del sol a las 12.00 horas. A principio del siglo XX desmontaron el arma y la costumbre se ha mantenido. Fue en el año 1930 cuando el diario El Pueblo Vasco colocó la sirena en su redacción. 

El diario cambió de lugar después de unos años, pero dejó la sirena que pasó a ser de la Relojería Internacional de la calle Garibai para continuar con la costumbre. Antiguamente, este sonido ayudaba a saber cuándo cerrarían las tiendas en la capital guipuzcoana y para actualizar la hora de los relojes de los donostiarras.