Con la llegada del nuevo año, los preparativos abarcan todos los ámbitos, y para muchos españoles propietarios de vehículos, esto implica programar las habituales citas para la Inspección Técnica de Vehículos (ITV). Esta revisión es obligatoria en España y se lleva a cabo en intervalos específicos según la antigüedad del automóvil, siendo una parte esencial del mantenimiento vehicular.
Sin embargo, la asequibilidad de esta inspección varía según la comunidad autónoma en la que se resida. No todas aplican las mismas tarifas, y algunas mantienen costos más elevados que otras, lo que impacta directamente en el bolsillo de los conductores.
Euskadi, la segunda comunidad con la ITV más cara
En el pasado mes de octubre, informamos que el País Vasco se situaba como la segunda comunidad autónoma con la ITV más costosa, después de Madrid, con un precio medio de 50,91 euros para turismos de gasolina. En el inicio del año 2024, el Boletín Oficial del País Vasco ha anunciado un aumento en las tarifas para la inspección de vehículos.
Las nuevas tarifas, vigentes desde el 1 de enero de 2024, varían según el tipo de motor del automóvil. Para vehículos diésel, la tarifa es de 55,02 euros, mientras que los de gasolina e híbridos pagan 52,68 euros y los eléctricos, 50,58 euros. Este incremento se basa en el índice de precios de consumo (IPC) de octubre, reflejando un ajuste acorde a la inflación.
En comparación con el precio medio de la ITV de en las diecisiete comunidades autónomas en octubre que era de 35,45 euros para gasolina y 43,01 euros para diésel, los vascos que poseen turismo de gasolina tendrán que hacer frente a una tasa muy por encima de la media nacional, pagando un 48,60% más que en 2023. Mientras, que los que dispongan de un turismo de diésel pagarán un 27,92% más que la media española de 2023.
Es crucial destacar que en la mayoría de las comunidades autónomas, las estaciones de ITV operan bajo régimen de concesión pública. Sin embargo, Madrid es una excepción, ya que sus estaciones son de gestión privada. Algunas otras comunidades también tienen estaciones de ITV operadas directamente por la administración autonómica a través de empresas públicas, como es el caso de Andalucía (Veiasa) o Asturias (Itvasa). Esta diversidad en la gestión puede influir en la variabilidad de costos entre regiones.