La última reunión entre la dirección de la compañía municipal de autobuses de Vitoria, Tuvisa, y el comité de empresa ha terminado sin acuerdo por lo que se mantiene la huelga indefinida anunciada a partir de este sábado.



En todo caso ni los trabajadores ni el Ayuntamiento cierran por completo la puerta a la posibilidad de llegar a un acuerdo 'in extremis' que permita desconvocar un paro cuyo inicio coincide con la celebración de los carnavales.



Tras la reunión de este jueves el comité de empresa ha acusado al Ayuntamiento de "inmovilismo" por haber llevado a la cita "una supuesta nueva propuesta que es prácticamente calcada a la presentada anteriormente que ya fue rechazada por el 90% de la plantilla en asamblea".



En opinión del comité no ha habido ningún avance significativo" en los "temas capitales" de este conflicto laboral porque en ellos "está en juego la salud de los trabajadores y la mejora del servicio a la ciudadanía".



"No entendemos que a 48 horas de una huelga general indefinida se siga jugando por parte del Ayuntamiento a no mover ficha", han criticado los trabajadores, que no obstante van a "tratar de impedir por todos los medios" que la huelga finalmente tenga lugar. Por ello el comité "ruega" al Ayuntamiento que "de una vez por todas se ponga a trabajar en la resolución del conflicto".



Por su parte, Tuvisa se ha comprometido a "realizar unos últimos ajustes sobre su última propuesta" con la esperanza de poder llegar a un acuerdo antes del sábado y aunque no hay ninguna reunión programada no se descarta la posibilidad de que la dirección y el comité vuelvan a sentarse a negociar.



Las movilizaciones de los trabajadores de los autobuses urbanos comenzaron el mes de diciembre de 2023. A mitad de enero el comité decidió suspender los paros parciales y adelantar al 10 de febrero la huelga indefinida, anunciada en un principio para el 3 de marzo. Durante este tiempo los trabajadores han protagonizado diversas manifestaciones y caranavas de coches para visibilizar sus reivindicaciones.



Con estas movilizaciones los trabajadores tratan de evitar la pérdida de autobuses, recuperar los que se han perdido desde la pandemia e implementar los que sean necesarios para garantizar unas condiciones de trabajo dignas y un servicio de calidad, así como revertir las privatizaciones e implantar un registro de jornada efectivo. 

Noticias relacionadas