La hostelería es un sector muy querido por los españoles y no es de extrañar por la tan extendida cultura de la tapa y del pintxo en el país. El año pasado, los habitantes consiguieron superar los 41.100 millones euros gastados en este tipo de locales, según el Observatorio 2023 de la Restauración de Marca 2023 de Circana y KPMG España.
En Euskadi también lidera este sector. El Instituto Vasco de Estadística (Eustat) recoge en su informe Equipamientos y servicios de la C. A. de Euskadi por tipo según Territorio Histórico. Total y por 10.000 habitantes de 2022 que hubo unos 49.478 equipamientos y servicios en el mencionado año. De estos, 25.955 pertenecen a Bizkaia, 16.773 a Gipuzkoa y 6.750 a Araba. Pero, ¿cuál predomina en toda la comunidad?
La tradición del 'pintxopote'
De los 49.478 equipamientos y servicios mencionados en toda Euskadi, son 12.594 son los que pertenecen a la Hostelería. Es decir, por cada 10.000 habitantes existen 57,60 establecimientos. Bizkaia es la provincia con más bares, restaurantes, cafeterías, hoteles, pensiones, agroturismos y casas rurales, entre otros, recoge con una cifra de 6.530. Le siguen las provincias de Gipuzkoa con 4.212 y la de Araba con 1.852.
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A este sector predominante le siguen los sectores de la Moda y Accesorios con unos 9.829, el del Comercio de alimentación con 6.754, el de la Salud con 5.236, el del Hogar con 4.849, el del Transporte con 3.568, el de la Cultura y Deporte con 2.703, el de la Educación con 1.535, el de las Finanzas con 1.009, el de los Estancos y juegos de azar y de apuestas con 996 y el de los Servicios Sociales con 405.
Teniendo en cuenta la tradición de irse de pintxos en Euskadi, existen 11.000 restaurantes o bares en todo el territorio vasco que se dedican a servir las mejores obras de arte en miniatura y una bebida cada jueves. A esta tradición que nació en el año 2004 en la calle Gorbea de Vitoria-Gasteiz, según asegura GASTEIZ HOY en su artículo Pintxopote: historia de la revolución hostelera del siglo XXI en Vitoria, se le conoce como Pintxopote o Pintxopo.
Una costumbre, que se volvió el "mayor fenómeno sociocultural del siglo XXI" y que combina una bebida y un pintxo a buen precio. Fue el hostelero Víctor Manuel Ibáñez quien la originó "casi por casualidad" y después de que viajara a Chiclana. Un verano que lo cambió todo, ya que de este lugar sacó la idea.
Así, Ibáñez pensó en ofrecer un pintxo con cada consumición, algo que se hacía habitualmente en Andalucía, pero no en el País Vasco. La idea le pareció tan llamativa que pensó en regalar un pintxo con el vino, a muy buen precio, y elegir el jueves para celebrar el pintxopote, ya que es un día cercano al fin de semana.
Para definir el nombre Ibáñez pensó en algo que utilizaban los vascos en los bares: "Aquí la definición de tapa no se usaba, así que se decidió darle un nombre más de aquí. Si la tapa equivale a un pintxo, y la bebida a un pote, pues: Pintxo-pote", dice para GASTEIZ HOY.