La Semana Santa está a la vuelta de la esquina y, con ello, llega el momento de preparar diferentes dulces típicos, ya que es un festivo marcado por la repostería, como las monas de Pascua, las rosquillas de Cuaresma, los pestiños o uno de los dulces más aclamados en estas fechas: las torrijas. Este postre a base de pan, leche, huevo, azúcar y canela lleva conquistando paladares desde hace siglos.
Las torrijas cuentan con un origen romano. Aparecen por primera vez en el libro De re coquinaria de Marco Gavio Apicio en el siglo I d.C. Su preparación era muy simple, por lo que ni se molestaron en ponerle un nombre en aquel entonces (se limitaban a llamarlas aliter dulcia, 'plato dulce'), según expone el artículo Las torrijas del romano Apicio del periódico LAS PROVINCIAS. En el libro se recoge una receta de la torrija en la que los ingredientes apenas cambian. Esta no contenía ni huevo ni azúcar, solo se les echaba miel después de freírlas.
En el libro se recoge una receta de la torrija en la que los ingredientes apenas cambian. Esta no contenía ni huevo ni azúcar, solo se les echaba miel después de freírlas. La primera mención que se hace de la torrija en España es, como apunta el artículo ¿De dónde vienen las torrijas? de EL COMIDISTA, en la época de los Reyes Católicos y por Juan Del Encina. Pero lo más curioso de todo es que anteriormente, este postre era entregado a las mujeres y a los invitados "que acudían a conocer al bebé" después del parto.
El ingrediente secreto de Arguiñano
La sociedad avanza, los gustos cambian y los platos se modernizan. Hoy en día se pueden observar varias recetas de la tradicional torrija, como las torrijas de leche, las de miel, con chocolate, con café o veganas, entre otras. La repostera Eva Arguiñano tiene un truco para prepararlas que enamora a todos los golosos.
Con ello, Arguiñano consigue dar un toque aún más dulce y moderno a esta receta. Se trata del dulce de leche, con el que transforma la clásica receta en una auténtica tentación. Para elaborarlas se necesita pan, leche, una rama de canela y la piel de un limón, dulce de leche, mantequilla y hojas de menta.
El consejo que da la vasca es el de hacer uso de la canela para que la leche sea más dulce. Es, sobre todo, muy recomendable para aquellas personas diabéticas o con sobrepreso, ya que contiene varios beneficios.
Primero calentaremos la leche a fuego lento incorporando la canela y las cortezas de limón. Posteriormente empaparemos las rebanadas de pan con esta mezcla y las escurriremos con cuidado. Cuando estén bien empapadas las cortaremos por la mitad y las freiremos en una sartén con mantequilla hasta que cojan un color dorado. Finalmente, sustituiremos el azúcar por el dulce de leche y empaparemos las torrijas con este. Las decoraremos con hojas de menta.