El vasco que fabricó la boina de la princesa Leonor: el único fabricante de boinas en España

Uno de los accesorios que más destaca entre los vascos es la famosa boina vasca o la txapela, un complemento icónico cuya primera referencia histórica se realiza en la Baja Edad Media, según el artículo Historia de la txapela, la boina vasca de Teletxapela, y que se diferencia de la típica boina porque se ajusta más a la cabeza y es menos ancha. En aquel entonces, eso sí, la txapela tenía un tamaño de "hasta dos veces el diámetro de la cabeza que la sustentaba".

Algunos historiadores señalan que podría tener su origen en las Guerras napoleónicas, aunque se habrían popularizado durante las Guerras Carlistas (1833 y 1840). De hecho, es un complemento que ya llevaba el general carlista Tomás de Zumalacárregui. Este solía portar una txapela de color rojo y el accesorio acabó dando nombre a su Ejército. A sus soldados se les conocía como txapelgorris (los 'boinas rojas'). 

Boinas Elósegui: la que cubre a la princesa Leonor

Tras las guerras Carlistas es cuando nacen las primeras fábricas de txapelas en Euskadi. Su 'boom', sin embargo, no llegaría hasta los años 20 del pasado siglo. Desde entonces se ha vuelto toda una seña de identidad de los vascos y una tradición incluso en concursos, donde se corona a los ganadores con una txapela bordada. Además, al ganador se le llama txapeldun (donde txapel significa 'sombrero' y, dun, 'poseedor'). 

En el territorio vasco existe una marca muy conocida que lleva conquistando a los vascos desde el año 1858: Boinas Elósegui. La marca guipuzcoana nació en Tolosa, donde sigue siendo todo un referente. Otra de las más famosas fue la vizcaína Boinas La Encartada, que permanece cerrada y se volvió un museo en Balmaseda para mostrar su historia. 

La primera es la que se lleva toda la fama hoy día, ya que se trata de la única fábrica de boinas de España hoy día de las pocas existentes en Europa. Antonio Elósegui, quinta generación, lleva la fábrica en la que, como destaca en su web Boinas Elósegui, se produce desde el tejido "hasta el proceso final de acabado". 

"La cuidada elaboración artesanal, junto al respeto por la sostenibilidad medioambiental, laboral y social de su entorno, dotan a sus productos de una exquisita calidad para la plena satisfacción de sus clientes", señala. Todo ello a partir de la "mejor materia prima" del mercado. Para la fabricación de las boinas "adquiere lana 100 % merino". Se trata de una lana australiana que ofrece "un mayor aislamiento térmico, que repele el agua y es altamente traspirable". 

En el artículo Elósegui, el único que fabrica boinas en España: hace 1.800 al día, la de Leonor y otros ejércitos de EL ESPAÑOL se recoge que la fábrica ha podido sobrevivir gracias a las mujeres y a los ejércitos militares "de más de una docena" de países. La empresa "manufactura 400.000 boinas al año, con una media de 1.800 al día".

La familia de Antonio Elósegui lo mandó a Suiza para que estudiara técnicas de fabricación en serie con el objetivo de levantar una empresa textil al regresar a Euskadi. Su idea inicial fue la de fabricar calcetines, pero cambió de opinión y se decantó por la fabricación de boinas. Hoy día, en la fábrica "trabajan 40 personas y exportan las boinas por todo el mundo".

La ONU y los ejércitos de Ecuador, Arabia Saudí o Italia son clientes habituales. También "cubren la cabeza de la princesa Leonor" desde hace "un tiempo". Un accesorio que, vendido al por mayor, "cuesta 5 euros y se puede adquirir en cualquier sombrerería de Madrid por 20".