La Semana Santa, uno de los festivos tan esperados por los religiosos y no tan religiosos, está a la vuelta de la esquina. Se trata de una fiesta celebrada desde el año 325, según señala el Ayuntamiento de Barcelona en su página web, cuando el Concilio de Nicea "fijó la fecha de celebración de Pascua para todo el ámbito católico occidental".
Desde entonces, y "basándose siempre en el relato evangélico", los países han ido creando "un conjunto propio de celebraciones". El principal objetivo de esta fiesta es el de "celebrar o rememorar la pasión, muerte y resurrección del Mesías". Por ello en Euskadi se celebran varias actividades en estas fechas, como la Pasión de Arkotxa o las diferentes procesiones, entre otras.
Además es una fecha ideal para la preparación y el consumo de diferentes dulces típicos, como las torrijas, la leche frita, las rosquillas de Cuaresma o las monas de Pascua. Euskadi tiene la suya propia y no la conocen todos, aunque no se ha dejado de preparar desde hace años.
Karapaixo: la ascentral mona de Pascua
Destaca por su forma triangular y por llevar huevos y chorizo dentro, aunque ahora existen versiones dulces. El Karapaixo, un pan ancestral tradicional del territorio vasco, es típico de la comarca del Alto Deba, en la provincia de Gipuzkoa, como señala Euskadi Gastronomika en su artículo Descubre el Karapaixo, el tradicional bollo de Cuaresma.
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"El Karapaixo es una torta de pan muy especial que tradicionalmente las madrinas regalan a sus ahijados en época de Cuaresma", dice. "Las madrinas se lo regalan en Cuaresma hasta el día de su boda. Aunque en su origen, anterior a la romanización, era una ofrenda para festejar el inicio de la primavera".
EL DIARIO VASCO, en su artículo Karapaixo, el tradicional regalo gastronómico de Cuaresma en vías de extinción, expone que "esta opila comenzó a prepararse en los caseríos". Con el paso del tiempo acabó aterrizando en diferentes panaderías y pastelerías guipuzcoanas. Hoy día es una receta "que se materializa en un bollo de pan dulce con chocolate".
Prepararla es muy sencillo. Tan solo se necesitan harina blanca, agua, levadura fresca, huevos, chorizo y sal. La receta del Karapaixo de Joseba Arguiñano para Cocina Abierta comienza con la elaboración de la masa. Primero, según el chef, hay que añadir la harina, la levadura, el agua y la sal en un bol y mezclarlo todo bien. Posteriormente lo taparemos con film transparente y dejaremos reposar media hora. Por otro lado, ponemos a cocer un par de huevos.
Esparciremos un poco de harina por la mesa para que no se pegue la masa, pondremos la mezcla encima y la espolvorearemos con harina. Amasaremos unos minutos, incorporaremos la masa en un bol con un poco de harina, lo taparemos con film transparente y dejaremos que la masa fermente durante un par de horas a temperatura ambiente.
Es hora de poner papel de horno en una bandeja y de darle una forma ovalada a la masa. (Dejaremos un trozo de masa para decorar el pan). La pondremos sobre la bandeja y colocaremos los chorizos y los huevos. Con la masa restante crearemos tres cilindros, uno lo pondremos en el medio de los chorizos y los otros los usaremos para envolver los huevos. Cubrimos nuestra creación con un trapo y dejamos que fermente durante una hora. Horneamos el Karapaixo a 180 grados durante media hora aproximadamente.