En Euskadi, ir a por un pintxo de tortilla a la hora de desayunar o merendar es toda una tradición, casi tanto como salir de pintxopote. La tortilla, seña de identidad de España, es uno de los platos favoritos en el territorio vasco y muestra de ello es que la elaboran de unas formas que no conocen en España. Una manera que tiene enamorados a los vascos.
Ni siquiera se trata de prepararla con distintos ingredientes como pimientos o morcilla, sino que los vascos utilizan una manera de cocinarla que supera la innovación. Una manera muy utilizada en el norte del país, ya que en la comunidad vecina, Cantabria, también se tiene la costumbre de comer la tortilla de esta manera tan curiosa.
La tortilla rellena: algo muy del norte
La tortilla es diferente en Euskadi porque, normalmente, se sirve rellena. Un tópico que cumplen los vascos es el de comer mucho, así que no es de extrañar que existan una infinita variedad de pintxos de dos tortillas tradicionales con relleno o una tortilla con relleno de atún con mayonesa, queso y jamón, cebolla pochada y queso de cabra, lechuga, tomate y mayonesa, palitos de cangrejo o txaka con mayonesa y un largo etcétera, y una tortilla francesa por encima.
Da igual la hora. Los bares que ofrecen esta tortilla se llenan siempre de jóvenes y de mayores que buscan un alimento consistente para comenzar el día de la mejor forma posible. Así, uno de los más famosos de Bilbao que sirven unas increíbles tortillas rellenas es el de Zubialde, en el Puente de Deusto número 3.
Tortillas grandes, variadas, melosas y económicas. Lo tienen todo, desde la de queso de cabra y cebolla caramelizada, la de palitos de cangrejo y la de bacon y queso hasta la de jamón serrano y queso de cabra, entre otras obras de arte. Quienes prefieran bocadillo lo pueden adquirir por 2,50 euros.
El origen de la tortilla de patatas
La tortilla de patatas es uno de los platos estrella de la gastronomía española y se prepara con ingredientes bastante asequibles que tenemos a mano en nuestras casas, como el huevo, la patata, aceite de oliva y la sal. Así comienza la magia. Así nace un plato sabroso que devoran cientos de españoles cada semana. Algunos la prefieren cruda, otros, en cambio, muy cuajada. Algunos la buscan con cebolla y otros sin esta, todo un dilema.
La enciclopedia de alimentos Oxford Companion to Food expone que esta podría haberse inventado en el Imperio persa y que habría pasado, con la expansión musulmana, a zonas del mediterráneo como Italia y España. Se desconoce, sin embargo, quién acuñó el término. Durante el franquismo se eligió este nombre para demostrar que era un plato autóctono y los recetarios comenzaron a utilizar este término.
Aunque EL CORREO en su artículo La tortilla y la prueba del dedal expone que la tortilla de patatas se consumía desde mucho antes. "En 1817 ya se hacían tortillas con patatas y pan en tierras navarras. Es más, 50 años antes, cuando las patatas aún no eran un alimento popular en toda España, el agrónomo valenciano José Antonio Valcárcel dejó escrito en su Agricultura general y gobierno de la casa de campo (1767) que aquellos tubérculos se comían «en guisados y tortillas»".
Un plato muy ligado a la gastronomía vasca y muy valorado en Euskadi desde el siglo XIX, cuando el vizcaíno Antonio de Trueba describió el bocata de tortilla de patata como "aliado de los viajeros" en su obra de 1859 El príncipe desmemoriado. "Una amante madre prepara una tortilla con patatas, la mete entre pan y pan y envuelta en papel de periódico se la da a su hijo para que la coma por el camino".