El pueblo más pequeño de Álava.

El pueblo más pequeño de Álava. Shutterstock

Sociedad

El pueblo más pequeño de Álava: no llega a una hectárea de extensión

En 2008 recibió el Premio Mundial de Ciudades Amuralladas al ser considerada una de las mejores conservadas del mundo.

23 abril, 2024 15:55

En España hay unos 48 millones de habitantes y la España Vaciada, que se refiere a los territorios afectados por la despoblación, está formada por 23 provincias, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Son alrededor de 8 millones de individuos lo que la componen.

En España existen alrededor de 8.132 municipios o pueblos, según el INE. Algunos de ellos más grandes que otros, como Illán de Vacas, el más pequeño se de España que se encuentra en Castilla-La Mancha. Tiene tres vecinos y unos 9 kilómetros cuadrados. Euskadi, por su parte, también recoge decenas de pueblos pintorescos y, como toda comunidad autónoma, cuenta con su localidad más pequeña.

Precisamente se ubica en la provincia de Araba, donde se concentra la mayor despoblación de Euskadi y donde la densidad de población de esta región es menor que la de Gipuzkoa y Bizkaia. Además, un 80% de los ciudadanos residen en Vitoria-Gasteiz, como ya se recogió en este mismo periódico.

Labraza: el pueblo más pequeño de Araba

Se trata de Labraza, un pueblo amurallado medieval en el concejo del municipio de Oyón, con tan solo unos 94 habitantes a 2023, como expone el INE. Este pintoresco lugar amurallado, que se recorre en poco tiempo, registra 0,57 hectáreas, según el Gobierno Vasco, y es "la villa más reducida del País Vasco". Cuidado con mucho mimo por sus vecinos y donde predomina la estética militar, en 2008 recibió el Premio Mundial de Ciudades Amuralladas al ser considerada una de las mejores conservadas del mundo.

Algunos piensan que este lugar sirvió de inspiración para Pío Baroja en su novela El mayorazgo de Labraz. Sea como sea, esta preciosa joya medieval merece una gran visita por sus pilares, los arroyos de Labraza y Valdevarón, y por sus increíbles vistas panorámicas sobre la cuenca del Ebro. Así como por sus cuatro torreones, el alcázar, saeteras, los pasadizos o los túneles secretos, entre otros.

De los siglos XIV y XV se conservan, además, la Fuente del Moro y la iglesia de San Miguel, protegida por los muros góticos. Y muy cerca de Labraza se ubica el Pinar de Dueñas, un bosque de pino que no deja a nadie indiferente.

Cerca de Labraza se halla la hermosa localidad de Laguardia, a media hora en coche. Rodeada hoy día de viñedos, este coqueto pueblo mantiene los restos medievales de hace años, como la muralla de cinco puertas de acceso que son capaces de teletransportar al pasado. La villa, además, alberga joyas como las iglesias de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes (con vestigios del siglo XII), con un pórtico policromado por Juan Francisco de Rivera en el siglo XVII, según la web de Turismo Euskadi del Gobierno Vasco.

Mientras el turista se pasea por sus históricas calles podrá observar edificios medievales, barrocos, renacentistas y neoclásicos como el edificio civil "más antiguo" de la zona, la Casa de la Primicia del siglo XIV. Tampoco hay que dejar de lado la gran oferta enogastronómica, ya que Laguardia es un lugar repleto de bodegas y el vino es su seña de identidad. Estas son ideales para observar el proceso de producción del vino.