La salsa de tomate es un imprescindible para muchos españoles a la hora de preparar una gran cantidad de platos. Desde macarrones y arroz hasta purés o cremas, verduras, carnes o pescados. Está en todos los lados y no puede faltar nunca en las casas. Todos conocemos incluso la famosa salsa de tomate de la abuela, la más querida de todas. Una estrella en la cocina.
Una delicia elaborada a partir de tomate, cebolla, aceite de oliva, sal y azúcar. Una buena salsa de tomate combina a la perfección con una cantidad enorme de recetas, muy económica y muy fácil de elaborar. Ahora, el cocinero vasco más popular de la televisión, Karlos Arguiñano, ha ofrecido un truco en su programa Cocina Abierta de Antena 3 para preparar una salsa de tomate, que triunfa entre los españoles, e incorporarla a una lasaña de atún.
El truco de Arguiñano
Para elaborar la mejor salsa de tomate ha utilizado una cebolla que, como explica en el programa, hay que pocharla primero. "Mientras se me pocha la cebolla, picaré los tomates". Utiliza unos tomates tipo pera. "Para hacer salsa de tomate siempre hay que elegir tomates bien maduros". Todos sirven, pero los de pera "son fantásticos".
A continuación incorpora el tomate a la cazuela con la cebolla pochada mientras da un recordatorio. "No os olvidéis lo de 'el doble de rico y a mitad de precio', porque luego nos quejamos de los precios y sí, han subido, pero si son otros los que te hacen la comida, lógicamente tiene que encarecer".
Después añade al tomate unas hojas de albahaca dentro, azúcar y sal. Se mezcla todo y se deja cocinar durante unos 20 minutos a fuego medio. "Esta es una salsa de tomate de 10".
Beneficios del tomate casero
Además de ser una salsa deliciosa, el tomate casero contiene grandes beneficios. La revista sobre hábitos saludables, Mejor con Salud, de hecho, señala la importancia de consumir salsa de tomate cada día en su artículo Por qué deberíamos comer salsa de tomate casera cada día.
Y es que el tomate es una fruta "común que esconde propiedades sorprendentes para la salud" y rica en lipocenos (pigmentos rojizos), que, según algunos estudios, estos ayudan a prevenir algunos tipos de cáncer, como el de próstata, el de estómago o el de pulmón. Así como los cánceres de páncreas, colon, esófago, cavidad oral, mama y el de recto.
El hecho de consumir tomate de forma diaria contribuye, asimismo, a ser "un gran apoyo para el sistema cardiovascular". Esto se debe a la capacidad para "mejorar la actividad de las células y el uso de las grasas para su combustión". Así se reducen, en sangre, los niveles de triglicéridos y de colesterol.
Los licopenos, por otra parte, son capaces de controlar la presión arterial "sin alterarla de manera perjudicial, pues ayudan a fluidificar la sangre". Por lo que el consumo de tomate es ideal para las personas con hipertensión. El consumo frecuente de tomates o de otros productos rojos "mejora la utilización de la glucosa en nuestro organismo", por lo que esta fruta también es perfecta para los diabéticos.