El sistema de pensiones de España se divide en dos tipos, según la web del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones: pensiones contributivas y no contributivas. Las primeras son, normalmente, prestaciones de duración indefinida y su cuantía se establece por las aportaciones que han realizado el trabajador y el empresario y si "se trata de trabajadores por cuenta ajena, durante el período considerado a efectos de la base reguladora de la pensión que se trate". 

Esta se puede recibir por jubilación ordinaria (la jubilación general a la que se llega una vez alcanzada la edad), por jubilación anticipada sin tener condición de mutualista, jubilación anticipada por tener condición de mutualista, jubilación anticipada por voluntad propia del trabajador, jubilación anticipada por reducción de la edad mínima por llevar a cabo actividades penosas, tóxicas e insalubres; jubilación anticipada por el cese no voluntario en el trabajo, jubilación especial a los 64 años, jubilación flexible, jubilación parcial y jubilación anticipada de trabajadores con discapacidad. También la reciben aquellas personas con una incapacidad permanente y sean viudas o huérfanas y en favor de familiares. 

Las pensiones no contributivas, en cambio, responden a las prestaciones económicas dirigidas a los ciudadanos (en situación de necesidad protegible) que no tienen los recursos para subsistir, pese a no haber cotizado nunca o durante el tiempo necesario para llegar a las prestaciones contributivas. Así, esta recoge las pensiones por jubilación e invalidez. Las gestiona cada Comunidad Autónoma y las Direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (IMSERSO) en Ceuta y Melilla. 

El pueblo con las pensiones más bajas 

Es normal preguntarse, una vez llegados a la edad de jubilación, cuánto se cobrará. No todas las personas obtienen las mismas cantidades por prestaciones contributivas, pues depende de diferentes factores, como los años de cotización, la base reguladora o si la jubilación es anticipada, ordinaria o diferida

Tal y como expone el libro Evolución mensual de las pensiones de la Seguridad Social, la pensión contributiva media en España (teniendo en cuenta la jubilación, la incapacidad permanente, la orfandad, la viudedad y el favor de familiares), a junio de 2024, es de 1.254,62 euros. Las pensiones cambian por comunidades, por lo que en Euskadi se reciben, de media, 1.551,30 euros. Bastante más que la media nacional. 

Por provincias, en Álava es donde más se cobra, pues los alaveses reciben 1.575,50 euros de media cada mes. Les sigue Bizkaia, donde los vizcaínos obtienen un total de 1.564,24 euros al mes, y Gipuzkoa, donde los residentes cobran 1.521,02 euros cada mes. En Bizkaia, para acceder a una pensión de jubilación hay que cotizar, como mínimo, 15 años. Para recibir una pensión por jubilación completa hay que cumplir 37 años cotizados y 6 meses. La edad de jubilación ordinaria se establece en los 66 años y 4 meses y puede variar según la persona. 

El pueblo con las pensiones más bajas de Bizkaia, a fecha de abril de 2024, es Lanestosa, según el informe, por municipio, Pensiones contributivas del Sistema de la Seguridad Social a 1 de abril de 2024 de la Seguridad Social, pues algunos de sus vecinos cobran de media 1.008,32 euros al mes. En comparación, Getxo es el municipio con las pensiones medias más altas, pues los vecinos obtienen un monto de 1.831,21 euros. 

Lanestosa, el municipio más pequeño de Bizkaia 

Cada una de las provincias que compone Euskadi cuenta con su municipio o pueblo más pequeño. En el caso de Bizkaia, el municipio de Lanestosa, uno de los primeros formados en el territorio según la web de Visit Enkarterri, es el más pequeño. Es la localidad menos extensa de toda la provincia, ya que registra una extensión de 1,25 kilómetros cuadrados y, además, cuenta con una población de 272 vecinos en 2024, tal y como señalan los datos del Instituto Vasco de Estadística (Eustat).

Un pueblo próximo al río Calera, perfectamente conservado y fundado en el siglo XIII junto con el antiguo Camino Real, gracias al que "el pequeño núcleo creció y se enriqueció". Las empedradas calles guardan hermosos palacetes y llamativas casas con balcones que conservan "la misma estructura desde el siglo XIII".

Su casco urbano empedrado es capaz de transportar a cualquier turista a la Edad Media, donde confluyen las casas de balcones de "estilo cántabro" y los "palacios de los siglos XVII y XVIII". Sobresale el palacio Colina, una joya que no hay que perderse. Así como el Puente Viejo que "unía Laredo con Burgos" y el Horno Calero usado para la producción de la cal. En el centro, asimismo, se halla una increíble estructura renacentista del siglo XVI, la iglesia de San Pedro. Así lo destaca la página web de Turismo Euskadi del Gobierno Vasco.

Lanestosa se puede describir como uno de los lugares más "encantadores" de Euskadi gracias a su carácter rural y su "trazado perfecto con tres viales rectos y empedrados, paralelos al río, que se cruzan con otros dos más cortos y de inequívoca estructura medieval". Además, los amantes de la naturaleza tendrán la oportunidad de empaparse de unas auténticas bellezas a través de unas rutas a pie, como los montes Zalama, Balgerri y la ventana de Relux, entre otros.