El olor del mar, de sus productos más frescos, se funde con el ambiente de Euskadi. Platos de toda la vida que conquistan a cualquiera. Exquisitos, saludables, de esos que sacian. El pescado y el marisco nunca falta en la Comunidad Autónoma Vasca. Es su seña de identidad desde hace décadas.
Desde el bacalao al pilpil, la merluza en salsa verde, la merluza a la bilbaína y los chipirones en su tinta hasta el marmitako, el besugo estilo Orio, la merluza a la koxkera o las kokotxas al pilpil, entre otros tesoros de la gastronomía vasca. Muy nuestros. Muy únicos. Cada uno de los restaurantes compiten por preparar el mejor. Las kokotxas, por ejemplo, las elabora a la perfección un restaurante del precioso pueblo vizcaíno de Amorebieta-Etxano. Lo atraviesa el río Ibaizabal, uno de los más bonitos de Euskadi.
Las mejores kokotxas al pilpil
Este es el restaurante Boroa, en la calle San Pedro de Boroa número 11. Un caserío del siglo XV restaurado, según indican desde su propia web, lleno de robles, un huerto y jardines. Este local de Estrella Michelin y dos soles Repsol en plena naturaleza es capaz de ofrecer a su cliente una visita única a través de una gastronomía tradicional vizcaína fusionada con la modernidad.
Son maestros y crean arte en la cocina. Así se definen. Lo demuestran con su carta desde hace "más de 20 años". Llevan, desde entonces, "redescubriendo" y actualizando los platos de toda la vida para "innovar y sorprender a los comensales". Así, en su carta destacan los pescados a partir de 33,00€, como las famosas kokotxas con su pilpil único e inigualable, el taco de Bacalao a la brasa, vizcaína y buñuelo de sus callos; la merluza del Golfo de Bizkaia a la brasa, coliflor, guisantes y gamba blanca de Huelva; y el lenguado a la parrilla, espárrago de Navarra y salsa de limón de Bakio.
Entre las carnes, desde 35,00€, sobresalen el carré de cordero sonrosado, texturas de zanahoria y matices de café; las supremas de pichón en asado breve con sus muslitos a baja temperatura en crumble de maíz Txakinarto y crema de foie; la chuleta de ganado mayor con 40 días de maduración a la brasa de encina con ensalada y patatas y el solomillo de ganado mayor a la brasa risotto de boletus, merengue y trufa.
Boroa cuenta, además, con tres menús: menú Mugarra (90€), menú Txindoki (160€) y menú vegetariano (70€). El primero, Mugarra, lo componen tres aperitivos (una gilda, mantequillas con brioche casero y ostra Guilleardeau al natural guacamole y cremoso de limón de Bakio), cinco platos (espárrago de Navarra, pesto, vainilla y anguila ahumada; yema de huevo de caserío, trufa y setas de temporada; kokotxa de bacalao al pilpil con txangurro donostiarra; merluza del golfo de Bizkaia a la brasa coliflor, guisantes y gamba roja; y magret de pato, confitura de naranja y cremoso de maíz) y dos postres (isla flotante, finas hierbas y cítricos; y oveja y miel), además de su café y sus petit fours. El menú Txindoki, en cambio, cuenta con siete aperitivos, ocho platos y dos postres. El vegetariano, por su parte, tiene dos aperitivos, seis platos y dos postres.