Las tradiciones vascas son un reflejo de la rica historia y cultura de esta región del norte de España. Con un legado que se remonta a siglos atrás, el País Vasco ha sabido conservar y celebrar sus costumbres a través de festividades, música, danza y una gastronomía única. Entre las celebraciones más emblemáticas destacan las fiestas de la Virgen Blanca, que tienen lugar en la ciudad de Vitoria-Gasteiz cada agosto.

Estas festividades no solo representan la devoción religiosa hacia la Virgen Blanca, patrona de Vitoria, sino que también son una ocasión para que la comunidad se una en una serie de eventos llenos de alegría, color y tradición. Los habitantes y visitantes participan en conciertos, desfiles, fuegos artificiales y una gran variedad de actividades culturales y deportivas. Sin embargo, uno de los elementos más distintivos y esperados de estas fiestas es la aparición del Celedón.

Celedón, sello de identidad en Vitoria-Gasteiz

El Celedón es una figura icónica y un símbolo clave de las fiestas de la Virgen Blanca. La tradición del Celedón comenzó en 1957, ideada por un grupo de amigos que querían añadir un elemento distintivo y festivo a las celebraciones. El personaje de Celedón, un aldeano que baja desde el cielo para dar inicio a las fiestas, simboliza la alegría y el espíritu festivo de Vitoria. Según la leyenda, Celedón desciende desde la torre de San Miguel hasta la plaza de la Virgen Blanca, dando inicio oficialmente a las festividades con su paraguas y su característico traje tradicional vasco. Con el cohete alas 18 horas y la bajada del Celedón Vitoria inaugura sus fiestas con el tradicional chupinazo. 

La historia del Celedón está profundamente entrelazada con la identidad de las fiestas de la Virgen Blanca. Este evento simbólico no solo marca el inicio de las celebraciones, sino que también representa un momento de unidad y orgullo para los vitorianos. A lo largo de los años, el Celedón se ha convertido en un emblema de la ciudad y en un atractivo turístico, atrayendo a miles de visitantes que desean ser parte de esta experiencia única.

Las fiestas de la Virgen Blanca, que se celebran del 4 al 9 de agosto, transforman a Vitoria en un escenario de festividad y tradición. Durante estos días, la ciudad se llena de actividades que van desde competiciones deportivas hasta espectáculos de danza y música en vivo. Los momentos más destacados incluyen la bajada del Celedón, el tradicional Rosario de la Aurora (procesión de la Virgen Blanca), y los impresionantes fuegos artificiales que iluminan el cielo nocturno de Vitoria.

En definitiva, el sello vasco de las fiestas de la Virgen Blanca se manifiesta en la conservación de tradiciones como la del Celedón, que personifica el espíritu alegre y comunitario de esta celebración. A través de estas festividades, Vitoria-Gasteiz no solo honra a su patrona, sino que también fortalece su identidad cultural y ofrece a locales y visitantes una oportunidad única para disfrutar de la riqueza de la cultura vasca.

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