El gazpacho es uno de los alimentos más consumido en España durante el verano. Un plato estrella que se prepara en el país desde hace muchos años. La Asociación Nacional de Fabricantes de Zumos y Gazpachos expone que para elaborar este alimento, a base de tomate, cebolla, pimientos, pepino, ajo, aceite, vinagre o limón, Andalucía "tuvo un papel muy importante en este nacimiento". En el pasado hay referencias al gazpacho "como sopa de ajo o hierbas aromáticas que ya se hacía en la antigua Roma".
Es en la época de al-Ándalus cuando "nace la evolución del actual gazpacho". En aquellos tiempos se elaboraba con pan, ajo, aceite, vinagre, agua y sal. "Los primeros gazpachos no poseían los ingredientes de las recetas actuales. El tomate y el pimiento, dos de los ingredientes principales, son originarios de América y traídos por los españoles en el siglo XVI, por lo que se incorporaron más tarde a nuestra gastronomía", expone. El tomate, en cambio, tardó en incorporarse, pues se consideraba una "planta ornamental venenosa".
El gazpacho más original
Con el paso del tiempo se ha innovado y el cocinero vasco, Karlos Arguiñano, ha llegado a elaborar gazpachos de frutos rojos o gazpacho de albaricoque, entre otras variedades. Una de las recetas más refrescantes, recomendada en su artículo Arguiñano desvela cómo se elabora uno de los entrantes de su restaurante: gazpacho de frutos rojos de su canal de cocina de Antena 3, Cocina Abierta, es el gazpacho de frutos rojos, que es ideal en los días de calor.
Para elaborarlo se necesitan fresas, frambruesas, cerezas, grosellas, arándanos, moras, cebolleta, pimiento verde, pepino, pan, agua, queso fresco, vinagre blanco, sal, perejil y aceite de oliva. Primero hay que partir el pan y añadirlo en un bol, llenarlo de agua y dejarlo en remojo durante media hora.
Después se cortará la cebolleta y se incorporará en un vaso junto con el pimiento y el pepino pelado y cortado. También se añadirán el agua del pan, las moras, los arándanos y las grosellas al vaso batidor. Se triturará todo. Posteriormente, se lavarán y se cortarán las fresas y las cerezas y dejaremos algunas para decorar, mientras que las otras se verterán, junto con el pan en remojo, en el vaso vatidor y se volverá a triturar la mezcla.
Por último se colará la mezcla, se verterá en el vaso batidor otra vez, se añadirán unas cucharadas de vinagre, aceite y sal y se triturará todo de nuevo. Se cortará el queso fresco para acompañar el gazpacho. Así quedará un plato delicioso, nutritivo, original y refrescante para los días de verano. Un entrante poco visto y que Arguiñano sirve en su restaurante en muchas ocasiones.