En diciembre de 2023 cerraba El Palas (Bodeguilla Vallejo), uno de los bares históricos de Bilbao donde se reunían los bilbaínos más nostálgicos cada tarde y sin falta, los mismos que pasaban su adolescencia entre porrones y bocatas de bonito y divisa desde los 50. Fue un golpe duro. Las reuniones ya no iban a ser lo mismo y mucho menos sin las dueñas Jone y Marian Vallejo detrás de la barra para recibir a los de siempre. Nadie más pudo seguir al frente dl tesoro más preciado del Botxo porque ambas tuvieron que jubilarse.
Pero no todo tiene que tener un triste punto final ni tiene que implicar un adiós, sino un hasta luego. Los bilbaínos ya pueden respirar con alivio porque aquella bodeguilla sin nombre ni cartel de la calle Licenciado Poza número 3 acaba de reabrir. Aunque ya no se llama El Palas.
Reabre un icono de Bilbao
Aún tienen que reconocerlo algunos y hacerse al local, pero sigue estando en el mismo lugar de siempre. Ahora se llama La Bodega del 3, que hace referencia a la calle. Completamente reformado, pero sin televisión. Este lugar está hecho para hablar, como antaño, por lo que mantiene su esencia. Así se indica en el artículo Bilbaínos, el Palas ha pasado a mejor vida de EL CORREO.
La tasca de los años 50, bañada en cáscaras de cacahuetes (que se encontraban por los suelos), barriles, mesas antiguas y decoración bilbaína, y donde se reunían trabajadores y estudiantes antaño, ahora se ha transformado en un coqueto local con "espejos dorados, ladrillos ficticios y plantas de plástico". Ahora se han hecho con él los dueños Rosa Blanco y Fernando Herrán, los mismos que llevan La Fontana en el puerto deportivo de Getxo, la Cervecera, The Mexican y Stadium. La idea se mantiene, no han pensado en montarlo como un restaurante, sino en un bar en el que echar las mañanas o las tardes.
También se mantiene el bocadillo de bonito con piparra para homenajear, "algo más pequeño que el original y unos céntimos más caro", pues tiene un precio de 2,90€. En su carta se puede encontrar, además, quesos varios, sobrasada con alegrías por 8€, antxoas de Santoña, cecina de Wagyu por 40 euros la ración, embutidos y vinos desde 2,75€.
A las antiguas dueñas no les hizo falta tener una carta mucho más extensa para ganarse el cariño de los bilbaínos. Bastaba con ofrecer unicidad en el centro de Bilbao y un lugar acogedor en el que charlar. Mi padre, cliente habitual desde que tenía 27 años, todavía se acuerda y ha sido una alegría para él ver cómo aún no ha desaparecido su adolescencia ante sus ojos.
Han sido muchos años desde que el original Palas aterrizó en pleno centro de Bilbao, justo en el mismo sitio donde se encontraba el popular Teatro Circo del Ensanche y de la mano de su fundador, Luis Vallejo. Después de tanto, de unas cuantas risas y de unas cuantas anécdotas, regresa uno de los de toda la vida. Un evento que ocurre muy poco.