No hay duda de que la gastronomía vasca es una de las mejores del mundo. Los olores a pescado inundan cada uno de los rincones de este hermoso territorio. Un aroma que arrastra a los turistas y a los propios vascos a los restaurantes más sorprendentes de los pueblos pesqueros más bellos de Euskadi.
Algunos se decantan por el tan típico bacalao, mientras que otros buscan el rodaballo o la merluza. Otros, en cambio, desean probar el famoso besugo, también típico pero no tan popular. Un pescado que elaboran a la perfección en el pueblo más alucinante de la Comunidad Autónoma Vasca: Orio, en la provincia de Gipuzkoa.
El mejor besugo de Euskadi
El restaurante Katxiña del barrio de Ortzaika número 20 ofrece el mejor besugo del territorio y una carta llena de productos de calidad a partir de 18 euros en la que priman los aromas de parrilla. Un lugar acogedor que atrae a todos.
Dentro de esta se incluyen desde unos filetes de antxoas del Cantábrico en aceite de oliva, las croquetas de María Pilar, el txipiron a la parrilla con sus tentáculos a lo Pelaio, carne de Vieira sobre parmentier, espuma de tinta de chipirón y sal de jamón; y begi haundi de Igueldo en suave fritura con lactosa de mandarina, entre otros, hasta el bogavante del Cantábrico, el besugo por un precio de 95 euros el kilo, el rodaballo, y la chuleta de viejo premium.
En los años 50, el besugo era un plato humilde y abundante, tal y como señala DIRECTO AL PALADAR en el artículo Orio y Guetaria, historia de dos formas de asar besugo y rodaballo (y nueve restaurantes donde disfrutarlo). Este llegaba a los puertos de Gipuzkoa y, con el bacalao, era y es otro de los pescados más populares. Su abundancia hacía que los pescadores lo consumieran a la parrilla callejera.
Desde entonces, el besugo al estilo Orio no ha dejado de conquistar a todos. Este pescado requiere una técnica parecida a la de la elaboración del rodaballo, protagonista en Getaria. Orio prepara el besugo sobre la parrilla directamente después de echar aceite sobre la coraza del pescado para que no se queme. De esta manera, la cocción es más uniforme. Además, la propia piel del besugo aguanta para proteger la carne del interior.
En Getaria, en cambio, se asa el rodaballo. Se recurre a la besuguera para poder asar bien el pescado, ya que esta permite que el cocinero pueda voltearlo con facilidad. Ambos, Orio y Getaria, después de asar sus pescados, los aliñan con una emulsión de vinagre y aceite.
El youtuber Los Viajes del Pirata se ha decantado por el carpaccio de buey con 180 días de maduración (29.59 euros), que se disuelve en la boca, las jugosas y cremosas croquetas de María Pilar (12,65 euros) de jamón y reinas de la casa. "Las croquetas hay que pedirlas para conocer la mano del cocinero", dice el joven.
Tampoco le han faltado los pimientos confitados del piquillo (12,87 euros), las piparras fritas (17,27 euros), la carne de vieira (29,15 euros), los hongos a la parrilla (34 euros), el besugo a la parrilla (95 euros) y la torrija con almendras (8,80 euros).