El pueblo cerca de Euskadi que busca vecinos: un paraíso natural dentro de un parque natural precioso
- Este pueblo en la provincia de Burgos (Castilla y León) cuenta con un encanto único que cautiva a todo curioso.
- Más información: Esta es la isla francesa que tiene la bandera de Euskadi: cerca de Canadá y no pertenece a la Unión Europea.
Algunos pueblos de España se encuentran, desde hace años, en riesgo de despoblación. Los individuos tuvieron que marcharse de estos para concentrarse en las urbes y ello ha ido provocando la llamada España Vaciada. Hoy día, esta concentra el 10,4% de la población española, tal y como apunta la Federación Española de Industrias de Alimentación y Bebidas en el informe La contribución de la industria de la alimentación y bebidas a la España Vaciada.
Suelen ser los territorios del centro o sur de la península los que más sufren la despoblación. Por este mismo motivo, existen decenas de localidades en el país que buscan ser repobladas, ya sea a través de diferentes programas, actividades u ofertas de trabajo atractivas. Hay un pueblo cerca de Euskadi muy llamativo y precioso para vivir en plena tranquilidad. Este es el de Valle de Tobalina, que lo destaca la web de Holapueblo.
Valle de Tobalina, el pueblo ideal para vivir
Existe la creencia errónea de que el hecho de que un pueblo no registre muchos habitantes significa que es un peor lugar para vivir. Nada más lejos de la realidad. El Valle de Tobalina, en la provincia de Burgos (Castilla y León) cuenta con un encanto único que cautiva a todo curioso.
Este paraje que descansa sobre el río Ebro y caracterizado por su inigualable belleza natural pertenece a la comarca de Las Merindades. Una zona llena de sorpresas y joyas nunca antes vistas. Lo que más sobresale del Valle de Tobalina es que buena parte de este, como señala la propia web de Las Merindades, se ubica dentro del Parque Natural de Montes Obarenes - San Zadornil, lo que lo convierte un lugar ideal para residir y poder descansar. Se trata de un espacio de gran interés geológico, geomorfológico y reserva de la biodiversidad.
Este precioso lugar guarda, además, una cascada única: la cascada de Pedrosa de Tobalina, que la forma el río Jerea; y el desfiladero y el embalse de Sobrón. "El río Ebro ha excavado pacientemente un imponente desfiladero en la confluencia de las Sierras de Arcena y Pancorbo, que la mano del hombre ha sabido aprovechar para embalsar allí sus aguas", añade la web.
El pueblo no solo cuenta con una belleza natural deslumbrante, sino con una historia, yacimientos y arquitecturas asombrosas. Se conservan muy bien los "trazados urbanos y la arquitectura tradicional" de cada uno de los rincones. Unas localidades que registran casas montañesas, de piedra y con "recercados de sillería en los vanos y en las esquinas". Cuentan con solanas de madera y balcones.
Asimismo, la zona burgalesa conserva todavía restos de algunas antiguas bodegas y ciertos lugares, ya que, durante siglos, los vecinos vivían de los cereales, de la vid y de la ganadería. Otras curiosidades que captan la atención de los turistas dentro del Valle de Tobalina son sus yacimientos y necrópolis altomedievales.
"En la Peña del Mazo, en la localidad de Pajares, encontramos una necrópolis con cerca de 100 enterramientos y trabajos rupestres de la época tardorromana (siglos IV-V) y altomedieval (siglos VIII-XI). Sobre el pueblo de Quintana María, en la Peña de San Clemente, se localiza otra necrópolis con 40 tumbas y restos de una ermita semirrupestre", apunta la web.
Cerca de Santa María de Garoña existe una necrópolis familiar con cuatro tumbas y cerca de Montejo de Cebas se pueden observar "cinco tumbas excavadas en la roca". Las torres y las casas fuerte que registra el pueblo también buscan una visita, pues son "ejemplos de una arquitectura señorial" llena de simbolismo. Su edificación, su emplazamiento y sus dimensiones son de gran calidad.
Un lugar muy destacado dentro de la comarca de Las Merindades y que merece admiración es Herrán. Este hermoso conjunto todavía guarda su estructura medieval con "estrechas y apiñadas calles". Sus torres, su arquitectura y sus casas de los siglos XVII y XVIII con ventanas decoradas no dejan a nadie indiferente. Se puede disfrutar, cerca de este coqueto pueblo, de San Martín de Ferrán, de la ermita de San Roque y San Felices, de El Pópilo, de la calzada romana vía Erel y del desfiladero de Herrán o del Purón.