Cándido Ibar, padre del ciudadano de origen vasco Pablo Ibar, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, a la entrada del Parlamento Vasco. EFE / L. Rico

Cándido Ibar, padre del ciudadano de origen vasco Pablo Ibar, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos, a la entrada del Parlamento Vasco. EFE / L. Rico

Sociedad

Cándido, padre del condenado a cadena perpetua Pablo Ibar: “Quiero abrazarlo y compartir una comida con él”

Por todo lo que han vivido, la familia de Ibar sabe que es momento de mantener la “esperanza”, aunque sin perder la “cautela”

La enésima vuelta de tuerca en el caso de Pablo Ibar: su abogado halla "un nuevo testigo" clave

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Hace unos días, desde Crónica Vasca, se adelantaba que la defensa del condenado a cadena perpetua, Pablo Ibar, aseguraba haber encontrado un “nuevo testigo” que podría ser clave, ya que asegura conocer a los autores del triple asesinato.

"Sabemos los nombres y apellidos de las personas sospechosas de haber cometido estos crímenes", afirmó el letrado Joe Nascimiento a finales de junio.

Días después de conocer esta noticia, la familia se ha mostrado esperanzada porque la justicia de Florida pueda admitir el recurso presentado por la defensa de Pablo Ibar y pueda haber un nuevo juicio.

Han pasado más de tres décadas desde que el padre de Pablo Ibar inició una incansable lucha por la libertad de su hijo, y hoy sigue adelante con la misma determinación. Por eso, este nuevo recurso presentado por el abogado ante los tribunales de Florida representa para él una “gran esperanza” en medio de una batalla que parece no tener fin.

Tras tantos años entre rejas, la familia describe su experiencia como un túnel largo y oscuro que por fin empieza a mostrar "una pequeña luz". Esta reciente noticia ha traído un “alivio” tanto para Pablo como para sus seres queridos, quienes no dejan de confiar en la posibilidad de demostrar su inocencia.

El testigo “es muy importante” para poder avanzar en el Caso Ibar según recoge TVE en palabras de Cándido, “declarar en persona hace más efecto y el impacto es mucho mayor”. Pero para que la justicia de Florida responda y pueda celebrarse un nuevo juicio, aún pasará tiempo.

Por todo lo que han vivido, la familia de Ibar sabe que es momento de mantener la “esperanza”, aunque sin perder la “cautela”. Después de tantos años aguardando una apelación, para que haya algo donde “atacar y poder tener algo de esperanza”.

Cándido espera que tras esta novedad haya un final feliz: “A lo mejor sale bien, ojalá”. Tras llevar, más de tres años y medios desde la última vez que le vio, es consciente de que el tiempo pasa. Afincado en Zarautz y con 81 años, solo mantienen vivo su único deseo: “Quiero abrazarlo y compartir una comida con él”, afirma a Televisión Española.

Un “nuevo testigo” gracias a las redes sociales

Según recoge la Asociación Pablo Ibar-Juicio Justo, el contacto se estableció hace algún tiempo con el miembro de la Asociación experto en redes, Nicolás García, que mantuvo con el informante una comunicación directa. "El testigo me dijo que tenía información muy valiosa de los asesinatos de Miramar: ‘conozco a la persona que cometió los crímenes’", afirmó. También le proporcionó la filiación completa del presunto autor material.

El interlocutor desveló así el nombre y dos apellidos del nuevo sospechoso. El inesperado y a la vez sorprendente testimonio fue puesto de inmediato en conocimiento de quien entonces era el abogado de Ibar, Joe Nascimento.

Pablo Ibar junto a un agente durante un juicio.

Pablo Ibar junto a un agente durante un juicio. Archivo

Caso Pablo Ibar

Los hechos que son objeto de este procedimiento tuvieron lugar en junio de hace tres décadas. Dos individuos armados irrumpieron en un chalet propiedad de Casimir Sucharsky, dueño de un local nocturno.

Estos acabaron con las vidas del titular de la vivienda y de las jóvenes Sharon Anderson y Marie Rogers, ambas de 25 años. La secuencia de lo acontecido aquella mañana fue grabada por una cámara de videovigilancia situada en el salón de la vivienda.

El dispositivo captó el momento en el que se consumaron los crímenes y también grabó el rostro borroso de uno de los asaltantes, un joven al que la Policía identificó como Pablo Ibar.

Desde entonces (1994), el reo español acumula 31 años reclutado, donde los primeros 16 lo pasó en el corredor de la muerte, hasta que en 2016 un tribunal de apelación anuló la sentencia al considerar las pruebas "demasiado endebles".