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El problema de la vivienda se ha convertido en una de las principales preocupaciones de la ciudadanía vasca. Es el principal problema para el 51% de los vascos, mientras que el mercado laboral preocupa al 42%.

Esta situación se ha agravado en los últimos meses, y la ciudadanía expresa preocupación por la dificultad de acceso a una vivienda, ya sea en compra o alquiler, y por el aumento de los precios.

Una preocupación que afecta sobre todo a los jóvenes que buscan como poder comenzar a hacer su propia vida y cada vez es más difícil. Los altos costos de vivienda, el bajo poder adquisitivo y la precariedad laboral hacen que la emancipación sea difícil.

Ante esta dificultad, el Gobierno vasco trabaja con el Departamento de Vivienda y Agenda Urbana, impulsando diferentes medidas para facilitar el acceso a una primera vivienda.

La última, la anunciada este martes por el consejero de Vivienda, Denis Itxaso: una línea de avales para completar con un 20% la financiación hipotecaria de personas de entre 18 y 39 años.

Un aval, que se podrá pedir a partir de otoño, y que cubrirá el 20% que no cubren normalmente las hipotecas otorgadas por las entidades financieras o bancos.

Diez años de la ley vasca de vivienda SHOX art

Zonas tensionadas en Euskadi

En Euskadi, varias localidades han sido o están en proceso de ser declaradas como zonas tensionadas de vivienda, lo que implica que enfrentan un mercado inmobiliario con precios altos y dificultades de acceso a la vivienda.

Entre estas, se encuentran municipios como Errenteria, Lasarte-Oria, Zumaia, Barakaldo, Irun, y las tres capitales: Bilbao, San Sebastián y Vitoria-Gasteiz, aunque en algunos casos, la declaración puede ser parcial por distritos.

Es por ello, que los vecinos están cansados ante esta problemática y piden “acabar con el racismo inmobiliario”, además de ampliar “las zonas tensionadas en la Comunidad Autónoma vasca”, según han asegurado a TVE.

A principios de semana, salió publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) la declaración de San Sebastián como zona tensionada lo que permitirá adoptar medidas para dar respuesta a un problema que afecta a miles de donostiarras, entre ellos cientos de inquilinos de Benta Berri y Gros.

En esta misma línea, Denis Itxaso, ha explicado que "la figura de las zonas tensionadas es una herramienta clave que permite afinar el alcance y aumentar la eficacia de las prestaciones" al poder "limitar los incrementos del alquiler, evitamos un recalentamiento artificial del mercado".

El consejero de Vivienda y Agenda Urbana del Gobierno vasco, Denis Itxaso, y la ministra de vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez Borja Sánchez-Trillo Efe

En su opinión, la declaración de zona tensionada "impide que las personas propietarias puedan incrementar injustificadamente los precios y que las ayudas destinadas a las personas inquilinas acaben repercutiendo negativamente en la renta final, asegurando así que las ayudas cumplan plenamente con su objetivo social".

Este tipo de medidas, es el que pide la ciudadanía para que los precios no estén desorbitados, como en el caso de San Sebastián, que es la ciudad vasca más cara para vivir, o Bilbao, que es la segunda