Viviendas.
Zuriñe Maguregi no se guarda nada sobre el problema de la vivienda y la alternativa del 'cohousing': "¿Qué persona joven dispone de 80.000 euros?"
El 'cohousing' es una alternativa a la vivienda de toda la vida que, en un contexto de auge de los precios de la vivienda y en una sociedad individualista, permite la convivencia con otras personas.
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El acceso a la vivienda no es fácil en Euskadi debido a la subida de los precios. A esto se le añade una sociedad individualista y la soledad no deseada. La sociedad ha evolucionado y apenas existen las redes de antaño.
Por este mismo motivo, la periodista Zuriñe Maguregi ha puesto el foco en la vida en comunidad. Así, esta ha acabado fusionando mundos con la asociación vasca de cohousing Ametsak Sortzen. Ahora se halla en el consejo de administración de la mencionada asociación con el objetivo de promover la vivienda comunitaria.
'Cohousing', una alternativa
El cohousing es una alternativa a la vivienda de toda la vida que, en un contexto de auge de los precios de la vivienda y en una sociedad cada vez más individualista, permite la convivencia con otros individuos.
"¿Qué persona joven dispone de 80.000 euros para pagar la entrada de una hipoteca? Sin una casa no puedes tener un proyecto de vida propio", lamenta Maguregi para el medio Deia en su artículo Zuriñe Maguregi:“¿Qué joven dispone de 80.000 euros para la entrada de una hipoteca?”.
Este modelo de convivencia combina “la eficiencia y el aprovechamiento de los recursos", añade para el medio, "así como el fomento de las relaciones personales y la cooperación". Se trata de proyectos que "diseñan espacios a medida para las necesidades de cada familia y crean espacios de vida en comunidad”.
El cohousing nació, según la cooperativa de desarrollo de proyectos de cohousing en Asturias, Coholabora en su artículo El origen del Cohousing en Europa, en Dinamarca en los años 60 y en respuesta a "la falta de viviendas asequibles y la creciente urbanización con proyectos".
Todo comenzó cuando un grupo de estudiantes de la Universidad de Copenhague se unió con la intención de discutir "cómo crear una comunidad basada en valores sociales y ecológicos". El movimiento cohousing Fladebygaarden empezó cerca de Copenhague.
En ese lugar, arquitectos y urbanistas llevaron a cabo "esta comunidad experimental" basada en la idea de que la vivienda no tendría que reducirse a dormir, sino que debía promover espacios para que los individuos pudieran conectarse o relacionarse entre ellos.
"Los residentes de Fladebygaarden compartían espacios comunes, como cocinas, salones de estar y jardines, y se responsabilizaban mutuamente por el mantenimiento y la gestión de los espacios comunes. La comunidad también estableció reglas y principios para garantizar la convivencia pacífica y la participación activa de todos los residentes", añade.
Este modelo de vivienda colectiva y sostenible ha sido reconocido como exitoso y destaca por su enfoque en la sostenibilidad y eficiencia energética. Las residencias se centran en el aprovechamiento de la luz natural y energía solar, y para su construcción se hace uso de materiales reciclados y ecológicos.
"Además, la comunidad cuenta con un sistema de calefacción y refrigeración geotérmica que reduce el consumo de energía y minimiza el impacto ambiental", subraya. "Fladebygaarden también es conocida por su enfoque en la interacción y la participación activa de los residentes". La comunidad cuenta, asimismo, con distintas actividades y eventos que "fomentan la interacción entre los residentes".
En la actualidad existen más de 700 comunidades de cohousing en España. Un modelo que se ha extendido en Canadá, Australia, Reino Unido y en Estados Unidos. En este último, en concreto, se extendió en 1990 en Seattle, Los Ángeles y San Francisco.