Ignacio Redondo, pescadero, sobre cuánto pescado esperan vender esta Navidad: "Cerca de 2 toneladas"

En Nochebuena, Navidad y Nochevieja, los vascos aprovechan para incorporar un producto emblemático a sus cenas y comidas: el bacalao. Un alimento clave que embellece las mesas de los vecinos cada semana, por lo que algo nunca puede faltar. 

Es en estas fechas cuando más acuden los bilbaínos al clásico ultramarinos Gregorio Martín, donde el bacalao espera a ser devorado por paladares de toda la vida. "El balance no ha terminado aún, pero esperamos vender bastante, cerca de dos toneladas seguramente o cerca", confiesa el pescadero Ignacio Redondo a CRÓNICA VASCA. 

El bacalao, un indispensable

Al pilpil, al ajoarrierro, a la vizcaína, club ranero... Los vascos se amoldan a todos los platos de bacalao posibles. No hacen ascos a ninguno. La tradición marinera está muy arraigada en Euskadi, por lo que es habitual que se produzcan compras masivas de este producto y más aún en épocas navideñas. 

"En Nochevieja, el volumen de ventas aumenta el doble, mientras que en una semana normal, en un día se venden 40-50 kilos de pescado", asegura Redondo. "Lunes, martes y miércoles vendemos un poco menos, y el viernes y sábado sube más la venta al final". Revela que una familia vasca se puede dejar fácilmente "entre 80 y 100 euros" en Navidad.  

Gregorio Martín los tiene de todo tipo, con espina o sin espina. El kilo de los primeros se sitúa en 19,50 euros o 23,50 euros, mientras que los segundos cuentan con un precio de 27, 29 o 30 euros. "El más vendido es el de sin espina", asegura Redondo. "De momento no ha habido problemas de suministro, aunque ha estado un poco escaso". 

La historia de un icono

Tal y como expone EL CORREO en su artículo La falsa leyenda del origen del bacalao en Bilbao asociada a los Gurtubay, el bacalao se consumía hace siglos de forma habitual en Bilbao, pues la ciudad era una de las villas españolas donde entraba este producto. Asimismo, el inventor Frederick Fischer contó en su libro Viajes por España en 1797 y 1798 que su consumo era grande, por lo que los daneses se volvieron ricos por su exportación.  

No es de extrañar que fueran surgiendo tiendas con solera en Bilbao capaces de comercializar grandes cantidades de este producto, como lo es Gregorio Martín, en la calle Artekale, 22 del Casco Viejo. En pie desde 1931 y especialistas en bacalao y legumbres, este ultramarinos sobrevivió a todo y continúa más vivo que nunca. 

Estanterías antiguas, básculas antiguas... El recuerdo rodea todo el establecimiento. Un lugar que no ha dejado de conquistar con sus enormes bacaladas, dueñas de la tienda, junto a las legumbres a granel, vinos y conservas de calidad.