Nuevo caso de explotación en territorio vasco. Esta vez han sido mujeres venezolanas las que, con la promesa de ser futbolistas profesionales, llegaban a Euskadi y posteriormente eran explotadas laboralmente en bares de Portugalete.
Por ello, la Policía Nacional ha detenido a una pareja de ese municipio por la presunta comisión de delitos de trata de seres humanos con fines de explotación laboral, favorecimiento a la inmigración clandestina y contra los derechos de los trabajadores.
Lla investigación se inició hace meses cuando cuatro víctimas se personaron en las dependencias de la Brigada de Extranjería y Fronteras de Bilbao para denunciar que estaban trabajando en dos bares de Portugalete sin contrato de trabajo y sin que les pagasen desde hace meses.
Ahondando en sus declaraciones, los agentes averiguaron que estas víctimas habían venido a Euskadi procedentes de Venezuela después de que una pareja, también de origen venezolano, las contactase con la promesa de que podrían jugar al fútbol femenino en un equipo profesional de la provincia de Bizkaia por un sueldo de 1.000 euros mensuales.
Para ello, les compraron los billetes de avión y les facilitaron el dinero necesario para realizar el viaje, pero, una vez aquí, las pusieron a trabajar en dos bares regentados por ellos.
Las condiciones laborales que tenían en estos dos establecimientos consistían en trabajar en jornada partida desde las 10.00 horas hasta las 15.30 horas y desde las 19.00 hasta las 23.00 o 00.00 horas, sin que durante los cuatro a seis meses que estuvieron trabajando de media les pagasen. Además, según declararon, las atemorizaban diciéndoles que, para evitar ser deportadas por la policía, no tenían que estar fuera del bar.
Ante la gravedad de los hechos, el pasado septiembre se procedió a la detención de los propietarios de los dos bares de Portugalete donde las víctimas manifestaron haber estado trabajando en estas condiciones, un hombre de 34 años y su pareja sentimental, una mujer de 30 años, que quedaron en libertad con cargos después de haber sido puestos a disposición judicial.