Nerea Melgosa: la libertad ya es una recompensa
Hace un par de semanas, en el Consejo de Gobierno del pasado 27 de febrero, el Ejecutivo autonómico aprobó una serie de ayudas e incentivos económicos dirigidos a las internos de las cárceles vascas. Una medida impulsada por el departamento de Justicia, Igualdad y Políticas Sociales de la consejera Nerea Melgosa que, aunque cuenta con puntos perfectamente lógicos como la asunción de los gastos "funerarios y sepelio" en aquellos casos donde los presos o sus familiares no puedan hacerse cargo; hay otros, como una serie de "recompensas" que sí llaman más la atención.
¿La buena conducta debe premiarse en la cárcel? Sí, pero esto no significa que debe hacerse a través de recompensas monetarias. Es cierto que el decreto aprobado por el Ejecutivo vasco no concreta a qué se refieren con esta ayuda en concreto, pero en general, chirría bastante leer esta palabra en un documento donde se está hablando de 'premiar' con dinero a personas que han cometido delitos. La libertad en sí ya debería ser recompensa suficiente. Más aún en unas cárceles donde duermen reclusos condenados por delitos tan graves y dañinos como los del terrorismo de ETA.
Hay otros puntos de este decreto que, por supuesto, son perfectamente lógicos y que van en la línea del que debería ser -aunque haya muchos objetores- el sentido principal de la cárcel. La reinserción y la educación de quienes han delinquido. Pero con estas "recompensas" aprobadas por el departamento de la consejera Melgosa, quizás, esté sentido se pierde en una medida que, aunque desapercibida, no agrada a unos cuantos, sobre todo a las víctimas de los delincuentes.