"Poliamor". Esa es la expresión que ahora utiliza Bildu para maquillar la realidad. Una realidad que quedó cristalina esta semana: la formación liderada en el Parlamento vasco por Pello Otxandiano (y fuera de la cámara por Arnaldo Otegi) quiere pactar un nuevo Estatuto con el PNV. Para que la mayoría nacionalista imponga sus ansias independentistas al resto de partidos.

Bildu quiere un "espacio de confianza" entre Otxandiano y el lehendakari, Imanol Pradales, que sirva ante todo para coser juntos un nuevo Estatuto para Euskadi. Esta es, ante todo y por encima de todo, una comunidad plural, donde los sentimientos de pertenencia son múltiples. 

Claro que Euskadi necesita un nuevo Estatuto. Sí, pero para profundizar en competencias que hagan mejor la vida de los ciudadanos. Las obsesiones identitarias -"derecho a decidir", referéndum, etcétera- sólo sirven para dividir y enfrentar a los vascos. Ese no es el camino. Y si alguien no lo cree -legítimamente-, que pregunte en Cataluña.