Ortuzar en PwC o las puertas que siguen girando

A finales de la semana pasada conocíamos una noticia sorprendente. El expresidente del PNV Andoni Ortuzar fichaba por la consultora PwC sólo seis meses después de abandonar su cargo. Información que supuso un fuerte sopapo para muchas personas de las élites de Euskadi, que esta semana no han hablado de otra cosa. 

Porque el fichaje de Ortuzar por PwC supone, por encima de todo, un flaco, flaquísimo favor a su partido. Es difícil de explicar que alguien que ha dirigido el PNV doce años acabe en una consultora que ha conseguido numerosos contratos con las administraciones dirigidas por ese partido. Aunque no sea legalmente reprobable, sí parece poco ético.  

Y es difícil de explicar, o acaso imposible, que este fichaje sea protagonizado por alguien que en sus últimos tiempos al frente del partido admitió errores en la historia de la formación que tenían que ver con el amiguismo y las puertas giratorias. 

Las puertas siguen girando. Y es evidente que el movimiento de Ortuzar abona las tesis con las que la oposición, en especial EH Bildu, llevan años desgastando al PNV. Ya se están escuchando algunas voces jeltzales -aunque la mayoría en privado- que critican con saña este fichaje por la consultora. 

Ortuzar, hay que decirlo porque es lo justo, tiene todo el derecho del mundo a seguir trabajando. Es periodista y resulta lógico que lo haga en tareas relacionadas con la comunicación. Pero la empresa elegida y el momento elegido no son los mejores, se mire por donde se mire.