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El consejero de Seguridad del Gobierno vasco, Bingen Zupiria, vive momentos difíciles. Y tendrá que dar muchas explicaciones tanto fuera como dentro del Parlamento a raíz de dos casos recientes de actuaciones dudosas de la Ertzaintza. 

Por un lado, el pasado miércoles se conocía que el departamento de Seguridad del Gobierno vasco ha abierto una investigación interna por una presunta agresión de la Ertzaintza a una joven en San Sebastián el pasado 1 de febrero. La joven, de 32 años, habría sufrido un derrame y una parálisis parcial. 

Además, por otro lado, el pasado domingo en el vitoriano barrio de Salburua se producía una gran intervención de la Ertzaintza, con medio centenar de agentes, en un torneo deportivo que se estaba desarrollando sin incidentes. De hecho, tanto EH Bildu como Sumar ya han registrado preguntas al respecto de este caso en la Cámara vasca

Zupiria ha dado la cara en un primer momento. Y ha anunciado que comparecerá por vía urgente para explicar el primero de los casos, sin duda más grave que el segundo. Pero no aplicar medidas preventivas a los agentes implicados no parece la decisión más prudente. 

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