
Vista del Teide desde La Gomera / A. VIRI
La silenciosa isla de España ideal para una escapada esta Semana Santa: pequeña y con las mejores vistas
La Gomera es la tercera isla más pequeña del archipiélago canario
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El aire que en esta isla es capaz de convertir un ralo mechón de pelo en alto moño de bailarina es el mismo que, expulsado sabiamente por la boca, transforma el sonido en palabras.
De las ocho islas canarias, en Gomera, la tercera más pequeña del archipiélago, el silbo gomero surca barrancos para hacerse oír y entender hasta una distancia de tres km siempre con permiso del viento, eso sí.
Dicen que el clima de la isla es único. Que es una isla de abrigo y bañador. Quizá. De lo que no hay duda es que su lenguaje silbado articulado lo es y, para no perderlo, se enseña en las escuelas.
La isla de pasado colombino, tranquila, auténtica, de clima y vegetación diferente en norte y sur, es ese destino buscado por los amantes del turismo activo y sostenible.
Hasta las entrañas del Parque Nacional de Garajonay se adentran los amantes del senderismo para caminar por alguna de las 18 posibles rutas convenientemente señalizadas. Recorrerlas puede ser cosa de 40 minutos si se escoge alguna de las más sencillas, como Raso de la Bruma, en la que la humedad ha tapizado de líquenes los troncos de los árboles.

La ruta más compleja, con 16 km y tramos importantes de gran desnivel, es la Ruta circular de Garajonay. Antes de adentrarse en el parque conviene hacer una parada en el centro de visitantes Juego de Bolas / A. VIRI
El Cedro es el corazón del parque en el que crecen más de 400 tipos de setas y donde, prácticamente, todos los senderos son atajables y, de una u otra manera, conducen al Restaurante La Montaña-Casa Efigenia, primer vegetariano de España.
Efigenia lleva décadas poniendo sobre la mesa el producto de la tierra que cultiva. Ni carne, ni pescado. Entonces se consideraba cocina de supervivencia, hoy es un placer disfrutar de comidas sin artificio.
Aquí no solo se come, se habla y se comparte como se viene haciendo desde la década de los 70 cuando los gomeros subían con sus mulos a Garajonay. Con pequeñas adecuaciones todo permanece como cuando se inauguró, lo que no es impedimento para disfrutar tanto como Angela Merkel con el guiso de berros.

Entre los "imperdibles" de Efigenia, una mujer que se niega a revelar su edad y ha recogido sus memorias en tres libros, están el almogrote, el escaldón, el berrendo y, por supuesto el potaje de berros / A. VIRI
La Gomera es admirable, se mire por donde se mire, pero más si se hace desde alguno de los incontables miradores. Son muchos y con nombres tan impactantes como Fortaleza de Chipude o Mirador de la Degollada de la Peraza, al que se llega partiendo de la barriada del Calvario y pasando por los de Lomada del Caballo y Sombrero.
Hasta Abrante y su pasarela de cristal asomado al paisaje rural de Agulo, no pueden acceder los vehículos de más de nueve plazas. El Mirador de los Roques, con sus preciosos amaneceres y atardeceres es el más visitado, mientras que el Bailadero ofrece vistas a la cara norte del monumento natural de Los Roques, uno de los más fotografiados.
El más elevado, el Alto Garajonay escogido por los antiguos gomeros para realizar sus ofrendas, es ideal para la observación de las estrellas. Absolutamente recomendable es Morro de Agando, con vistas al roque gigante de 1.246 metros de altitud y desde el de la Hermigua se observan los pilares de El Pescante, antiguo embarcadero del que salían y entraban todos los productos que se producían o compraban en la isla.

Desde el mirador de los Roques, en un giro de 360 grados sobre uno mismo, se vislumbran Agando, Zarcita, Ojila, La Laja y Carmona / A. VIRI
La isla tiene una población cercana a los 22.000 habitantes de los que, prácticamente, la mitad viven en la capital: San Sebastián de la Gomera, La Villa, cuyas calles adoquinadas y casas de colores delatan la influencia colonial.
Puntos obligados de visita son la casa donde se alojó Colón, hoy museo de arte precolombino, la Torre del Conde y, a pocos metros, la Iglesia de la Asunción. En ningún lugar de La Gomera encontrarás helados más ricos que en la heladería La Salamandra, donde Ancor Sánchez los elabora artesanalmente.
Al término municipal de Vallehermoso pertenecen Los Órganos de la Gomera, visibles desde el mar y La Fortaleza de Chipude. La localidad, con sus barrios de Triana y Vegueta es uno de los cascos históricos más bonitos. A Agulo, dentro de la asociación de pueblos más bonitos de España, acuden cada 25 de abril cientos de personas para ver el salto de las hogueras ante la Iglesia de San Marcos, única con cúpulas en La Gomera.
La isla, pese a las dificultades del cultivo heroico, conserva sus pequeñas bodegas que empiezan a ver como los vinos blancos de uva forastera gomera, son apreciados por el público. Un ejemplo es Altos de Chipude, una pequeña bodega con grandes vinos.
En La Gomera se vive lento, pero, sobre todo, se vive con decisión. Con apego a la tierra y serenidad en los rostros adaptados a una orografía escarpada, diversa y ventosa. Solo así se entiende la tenacidad de quienes, a mano hicieron cada uno de los bancales que la surcan para plantar en una isla volcánica cereales.
Sobre bancales se alza el hotel más joven y moderno de la isla: Bancal Hotel & Spa que, con su inauguración hace menos de un año, ha hecho olvidar el calificativo de mamotreto que recibía la edificación inacabada que durante años ocupó su espacio.
Un hotel inigualable que a nadie deja indiferente. De arquitectura brutalista, sobria, con 276 habitaciones, ha recuperado elementos ya existentes como la tosca roja transformando el patito feo que era el proyecto incloncluso en un asombroso cisne que se asoma sobre un acantilado entre dos playas.
Desde sus puertas parten tres rutas de bicicleta, a las que se facilita espacio de guardado y taller de reparación. Los clientes, recibidos con una infusión a base de hierbas cultivadas allí mismo, comprueban el compromiso adquirido con la sostenibilidad y los valores tradicionales: plantas ornamentales autóctonas, ofrecen talleres de silbo gomero, demostraciones de salto del pastor, bola canaria, talleres gastronómicos, funciona con energía verde 100%, dispone del mayor huerto solar hotelero de Europa, sus cinco piscinas son tratadas con sal y el entretenimiento se enfoca al bienestar.

Piscina hotel / A. VIRI
Con sensibilidad gomera, hospitalidad sin artificios, máximo respeto al entorno, el hotel, toda una apuesta romántica de sus propietarios, dispone del spa más grande de la isla y en uno de sus restaurantes, Larrife, abierto al público en general, su chef santurtziarra rinde homenaje a la gastronomía local con platos como el filete de pámpano a la brasa. www.bancalhotel.com
Cómo llegar
Es un viaje en dos etapas. La primera hasta Tenerife, la isla más cercana, y desde aquí en barco o avión a La Gomera. Una vez allí, alquilar un coche es casi imprescindible.