La AIReF deja el crecimiento del tercer trimestre en la mitad de lo estimado por el Gobierno vasco

En un contexto de ralentización económica cuando no la amenaza de la recesión, las estadísticas siguen aportando datos sobre cómo ha sido el tercer trimestre de la economía vasca. Un verano que muchos preveían de gran movimiento -el verano de la 'venganza' se le llegó a denominar- y que, sin embargo, se ha quedado en agua de borrajas. El crecimiento intertrimestral cifrado en un 0,2% por el Ejecutivo autonómico ha sido rebajado a un escaso 0,1% por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF).

El organismo, que ya calificó de ligeramente optimista la previsiones del Gobierno vasco para 2023, asegura que la economía de Euskadi se queda prácticamente plana, en la mitad de lo estimado por el Gobierno y de la media nacional.

Esa discrepancia de una décima con respecto al crecimiento intertrimestral crece mucho más en el caso de las tasa interanuales. Si el Departamento de Economía cree que la economía ha crecido un 3,9% en los primeros nueve meses del año, el cálculo que hace la AIReF para Euskadi lo cifra en un 3,3%, por debajo de la media nacional (3,8%) y de comunidades como Cataluña, Madrid, Asturias o Aragón. Euskadi, según el organismo independiente, es la octava comunidad autónoma en términos de crecimiento del PIB durante este 2022.

Las estimaciones de la AIReF ahondan en la discrepancia entre los cálculos de Lakua respecto a otras entidades. BBVA ya cifró la evolución económica en un 3,3% y auguró un 2023 plano y sin creación de empleo. Laboral Kutxa también viene haciendo lo propio mediante encuestas que han revelado que el pesimismo reina tanto en los hogares como entre los empresarios. Ahora la AIReF ahonda en la misma idea que también han deslizado incluso patronales como Adegi o CEBEK.