Las empresas vascas siguen adelante con sus planes. A pesar del parón político tratan de mantener el ritmo de sus inversiones, aunque las ayudas europeas no hayan sido lo que se esperaba de ellas. Hay cierto "desencanto con los PERTEs", destaca Arantxa Tapia, la consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco.
La recuperación después de la pandemia ha sido desigual, en función de los sectores, pero el empleo se ha recuperado e incluso hay áreas, como en la construcción, donde es necesaria mano de obra. Porque hay trabajo no sólo en los ámbitos tecnológicos, sino también en los oficios de toda la vida, puntualiza Tapia.
Y entre los proyectos que tiene sobre la mesa, la consejera habla del futuro de la central nuclear de Lemoiz, donde ratifica que se llevará a cabo una iniciativa empresarial relacionada con la acuicultura, y llama a la calma en torno al polémico proyecto de ampliación del Guggenheim con la construcción de dos sedes en Gernika y Murueta.
-La recuperación post-covid va un poco más a ralentí en determinadas áreas. ¿Qué sectores han sido más duramente golpeados por la pandemia?
-Sí ha sido una recuperación desigual. Tenemos el caso de la construcción, por ejemplo, en el cual hay que tener en cuenta que, en Euskadi, la vivienda nueva es cara y tampoco tenemos tantos espacios en nuestras ciudades para construir. Por eso debemos trabajar para desarrollar la ordenación del territorio y definir muy bien los espacios, y, en segundo lugar, trabajar también en la construcción residencial con diferentes materiales y diferentes técnicas como ya se hace en obra pública y civil, donde está muy extendida la construcción con elementos prefabricados.
Y por otro lado, muchos sectores se encuentran con la necesidad de encontrar trabajadores. No quiero hablar de talento, porque parece que cuando hablamos de talento estamos refiriéndonos únicamente a los perfiles más 'top', pero hay talentos de muchos tipos y tenemos muchas necesidades. De científicos y doctores, pero también de personas formadas en los oficios de siempre, electricidad, fontanería, calderería…
Siendo conscientes de los perfiles que necesitamos en Euskadi debemos adaptar la formación y yo creo que se está haciendo un esfuerzo muy importante desde el Departamento de Educación para responder de una forma rápida a estas oportunidades y tratando de moldear ciertos perfiles para que encajen con las demandas del mercado.
Participación del Gobierno vasco en el tejido empresarial
-Con respecto al futuro de nuestras empresas nos encontramos con referentes como ITP Aero, propiedad mayoritaria de Bain Capital, o Celsa, en manos de fondos también. ¿Cómo trata de proteger el Gobierno vasco nuestro tejido empresarial para favorecer su permanencia en Euskadi?
-A ver, vivimos en un mundo que está muy globalizado, pero lo que tenemos que hacer es que esas empresas continúen teniendo su arraigo en Euskadi. Y para ello no es necesario sólo que el cien por cien del capital sea vasco, sino que ese capital vasco tenga un porcentaje con capacidad decidir en las decisiones que se tomen y que piense en producir empleo en Euskadi para su crecimiento. Eso normalmente se hace a través de un pacto de socios, como hicimos en nuestra entrada en ITP, por ejemplo. Sí podríamos haber tenido un poco más de capital vasco, pero en cualquier caso, es importante que ese porcentaje sea capaz de mantener ese arraigo, aunque no podemos evitar que haya otro tipo de actores.
Y en el caso de Celsa, fruto de su situación financiera y de su deuda, los fondos que entraron van a capitalizar la deuda y se van a hacer con la empresa, pero esos fondos saldrán en un futuro y entonces, para nosotros, lo importante es que haya un socio industrial. Si pudiera ser alguien vasco mejor, evidentemente. Y si hace falta que como Gobierno tengamos cierta participación, pues también se podrá analizar en el futuro, pero es importante que tenga ese anclaje.
-¿Han pensado desde Gobierno vasco incrementar su partida destinada a participación en empresas vascas?
-Desde Gobierno vasco tenemos diversas diferentes formas de estar presentes y colaborar con las empresas. En primer lugar, desde nuestro fondo, que es Finkatuz, que aglutina en torno a 160 millones de euros y con el que estamos en ITP Aero, Kaiku o CAF, por ejemplo.
En segundo lugar, con Basque, nuestro fondo de capital riesgo, todos los años invertimos un mínimo de 20 millones de euros para ayudar al crecimiento de empresas con vocación de arraigo y de mantenimiento a largo plazo. Entramos para ayudar, estar un tiempo y después quizás salir, o quizás pasarnos a Finkatuz. Es el caso de Satlantis, por ejemplo. Ahí empezamos con un gran riesgo inicial, el de una idea novedosísima, y hoy podemos mirar esta empresa con orgullo.
-Hablemos de proyectos concretos… Ninguna empresa se ha presentado a la convocatoria de los PERTEs para desarrollar un proyecto de acuicultura en la central nuclear de Lemoiz. ¿Saldrá adelante?
-Sí, ahí queremos instalar un proyecto de acuicultura y estaba generando dificultades por las características de esta actividad y porque hubo un interés inicial pero luego llegó la pandemia y se complicó la situación económica, pero me gustaría decir que dentro de poco podremos tener un proyecto más definido y ya con alguien interesado en ponerlo en marcha. Va a ser algo muy novedoso.
-Otro proyecto que está sobre la mesa ahora es la ampliación del Guggenheim, que podría contar con dos sedes más de esta pinacoteca en Euskadi, concretamente en Gernika y otra en Murueta, si se sigue adelante con ese planteamiento. ¿Hay posibilidad de estudiar otras ubicaciones?
-El proyecto hay que madurarlo todavía. Y desde luego, por parte de la Consejería de Medio Ambiente, nos tocará analizar todos los informes medioambientales. Por otra parte, tenemos que tener en cuenta que el propio Urdaibai tiene un Patronato de la Reserva de la Biosfera que también hará las observaciones correspondientes. Por tanto, hay que ver cómo encaja ese proyecto en la actividad económica que se está tratando de fomentar desde el entorno, que debe ser sostenible, pues toda esa reserva tiene muchos aspectos que tenemos que cuidar.
Además, Urdaibai tiene una actividad industrial ahí, que es la de Astilleros Murueta, y no podemos cerrar una actividad económica sin ofrecer una alternativa. Es decir, todavía queda mucho camino por recorrer.
-Así, de primeras, parece incompatible, una reserva natural con la instalación de un proyecto de este tipo...
-Bueno… Te voy a poner un ejemplo que fui a visitar hace ya bastantes años, cuando estaba en la Diputación en Gipuzkoa. Estuvimos viendo el puerto de Hamburgo. Se hizo un puerto exterior comercial y empresarial que se construyó dentro de una Red Natura 2000. Si se hacen las cosas bien y se trabaja de una forma adecuada, preservando los valores naturales, vegetales y animales, y compatibilizándolo con el uso humano, sí se puede hacer.
La Reserva de la Biosfera tiene un punto más de protección que una Red Natura 2000 y tenemos que tener un cuidado especial, pero para eso tenemos un Patronato de Urdaibai, en el que estamos todas las instituciones competentes, y que está trabajando por mejorar todo el entorno, y que tiene mucho que aportar. Todavía tenemos trabajo que hacer en abastecimiento y saneamiento de agua en todo el entorno de Urdaibai, que, como sabemos, en épocas de sequía suele sufrir en verano.
[Si te has quedado con ganas de más, puedes leer la primera parte de la entrevista con Arantxa Tapia, consejera de Desarrollo Económico, Sostenibilidad y Medio Ambiente del Gobierno vasco, pinchando aquí]