Álex Quintanilla, el exfutbolista vasco que luchó con sus empresas contra el coronavirus

Álex Quintanilla es de esos jugadores de fútbol que, desde infantiles, supo invertir su tiempo de manera exitosa. Desde muy pequeño, el vizcaíno tenía claro que su intención era la de ser ingeniero industrial, un sueño que, a su vez, quiso compaginar con la de ser futbolista profesional, un deporte que le divertía y que le permitía desconectar de una rutina intensa y muy productiva a su vez. A sus 33 años, el canterano del Athletic Club militaba en el Nàstic de Tarragona hasta este verano antes de retirarse del fútbol, y es socio de dos empresas que se ubican entre Leioa y Bilbao, acerca de fluidos industriales, combustión y Prevención de Riesgos Laborales.

A estas alturas, las ideas las tiene claras. Su carrera como ingeniero, especializado en fluidos, le ha permitido formarse en diferentes aspectos de su rama con el propósito de mejorar cada detalle que está en sus manos. Especialmente a partir del año 2020, momento en el que el mundo se paralizó por completo a raíz del coronavirus. Quintanilla, que ya se encontraba en plena dinámica con sus tres empresas, decidió colaborar de una manera efectiva mientras que se encuentra en su domicilio. Quería ayudar. Observando la dificultad que mostraban los hospitales con los respiradores, el vasco colaboró junto a un grupo de ingenieros el diseño de un respirador, barato, eficiente y muy sencillo. "Fueron tres semanas de trabajo a tope a una media de 12 horas al día mínimo, pero mereció la pena", recuerda el vizcaíno.

"Fueron tres semanas de trabajo a tope a una media de 12 horas al día mínimo, pero mereció la pena"

Álex Quintanilla, futbolista y empresario

El respirador Ventijet superó todas las pruebas. Lo hizo en el Hospital del Mar, en Barcelona. El prototipo empezó a fabricarse y en abril de 2020 llegaron a hospitales de Cataluña, Madrid y Castilla-La Mancha. Tuvo un rotundo éxito. Y lo más relevante de todo fue que decidió, junto a sus empresas Ifisa y Enegas, ponerlo "a precio de coste. Sólo se paga el material. Aquí nadie busca beneficio económico, sólo queremos colaborar en una situación de emergencia". Cabe recordar que en el mercado un respirador cuesta unos 20.000 euros, mientras que Quintanilla vendió los suyos por unos 2.000 euros. "En una semana hicimos unos 150 respiradores completos", dijo. Un proyecto que salvó decenas de vidas en uno de los momentos más delicados de las últimas décadas.

Álex Quintanilla, durante un entrenamiento con el Nástic de Tarragona. Europa Press

Líderes en su sector

El defensor no obtuvo beneficios económicos, aunque su situación financiera es muy positiva. Hace un año, reflexionó sobre las ganancias en el fútbol no profesional, recalcando que "la actual 1.ª RFEF (lo que viene siendo la tercera división más alta del fútbol español) no es viable económicamente y no se está haciendo una buena gestión, va a haber muchos problemas de impagos", unas palabras que llamaron la atención de público y que hizo reflexionar sobre ello a la propia RFEF.

"Son equipos de trabajo, un objetivo común, muchas personas, convivencia. El fútbol es un Máster en recursos humanos"

Álex Quintanilla, futbolista y empresario

Teniendo en cuenta las tres empresas en las que está involucrado, Quintanilla factura algo más de 6 millones de euros anuales, una cifra más que notoria desde que él y sus tres socios, Iñaki, Sergio e Igor, emprendieron esta nueva aventura hace más de 10 años. Enegas, una de sus empresas, es líder en mantenimiento y montaje de tubería industrial, con una actuación en redes de fluído que, con un mantenimiento adecuado de la red, logran prolongar la vida de los equipos manteniéndolos en un estado óptimo de funcionamiento evitando averías. Está en un proceso de transformación.

"Los antiguos calentadores de aire gas se han quedado atrás en el tiempo, lo que está en tendencia son los nuevos calentadores de oxigas", que destaca por una "eficiencia térmica, la precisión de temperatura, la reducción de emisiones y un menor consumo de combustible", según apunta Quintanilla a Crónica Vasca. Todo ello se centra en "la descarbonización, que no solo mejora la calidad del producto y prolonga la vida útil del equipo, sino que también contribuye a una mayor eficiencia energética".

Hijo del exjugador del Athletic Club, Fernando 'Txirri' Quintanilla, se considera un "afortunado de la vida" y afirma que el fútbol y su vida empresarial, tienen muchos factores similares: "Son equipos de trabajo, un objetivo común, muchas personas, convivencia. El fútbol es un Máster en recursos humanos. Cada año 25 tíos de diferentes culturas, diferentes partes de España, del mundo, con sus egos, etcétera. Eres del cuerpo técnico. Te ayuda a identificar momentos y superar dificultades. El fútbol es un vaivén de emociones y nos hace mentalmente muy resistentes".