Cada vez son más los jóvenes que optan por Euskadi como destino para realizar sus estudios. Según los últimos datos facilitados por el Eustat, las universidades vascas llevan años registrando un aumento exponencial en sus alumnos, superando ya las 70.000 matrículas cada curso, la cifra máxima que se ha alcanzado en 20 años.
La gastronomía, el alto nivel de los estudios y la buena fama de las instituciones educativas vascas está haciendo que Euskadi se posicione como una de las comunidades favoritas de los jóvenes que buscan universidad para comenzar sus estudios. Esto, sumado a las dificultades de los mismos para encontrar una vivienda de alquiler que se ajuste a sus ingresos y demandas, está haciendo que mucho de ellos opten por una residencia para alojarse al menos los primeros años de su grado universitario.
La renta no se ajusta al alquiler
Y es que son muchos los municipios que, como desde Crónica Vasca detallamos, están a día de hoy tensionados, haciendo prácticamente imposible que se encuentre oferta de alquiler en ellos, menos aún para la población más joven.
Según el último estudio realizado por el Observatorio vasco de la vivienda, a cierre de 2023, el coste medio mensual por una vivienda en Euskadi alcanzó los 740 euros -9,8 euros por metro cuadrado-, impulsado en gran medida por el aumento de precios en el último trimestre del año pasado, cuando rondaban los 788 euros. Un precio elevado teniendo en cuenta que la renta anual media entre los jóvenes de 18 y 24 años, pese a que subió un 13% respecto al año anterior, en 2023 se situó en 4.490 euros. Es decir, 374 euros al mes.
Así, esto se está viendo reflejado también en la tasa de emancipación de los jóvenes vascos, que se situó en 2023 por debajo de la media nacional, la cual subió hasta el 16,3% por primera vez desde 2020, de forma que en Euskadi solo un 14,8% de los jóvenes de entre 16 y 29 años está emancipado.
Una solución ante la escasez de oferta de alquiler
Si bien, y sin tener en cuenta la escasez de disponibilidad de viviendas de alquiler, dentro de la oferta de residencias en Euskadi hay algunas que superan los 788 euros de media que cuesta un piso, también las hay mucho más baratas.
Según datos que facilitó la rectora, Eva Ferreira, al Parlamento vasco, el año pasado, en Euskadi hay cuatro residencias públicas que se suman a la oferta de las privadas. Todas ellas suman un total de 1.055 plazas, 220 en Álava, 417 en Gipuzkoa, y 418 en Bizkaia. Sus precios están controlados por la propia UPV, pero oscilan entre los 395 euros al mes -en el caso de una habitación compartida- a los 875 euros mensuales.
Una de las mayores gestoras de residencias en España es Resa, que cuenta con más de 11.000 estudiantes en sus 40 residencias universitarias ubicadas en 21 ciudades. Concretamente, en Euskadi cuenta con tres centros, una en Vitoria y dos en Bilbao, la más barata de Bilbao.
“Llevamos unos años en los que la tendencia del alojamiento en primer año se decanta por la residencia, sobre todo por la ausencia de pisos de alquiler en grandes ciudades”, explica; y asegura que una de las ventajas de este centro es el precio: “Tenemos un convenio con la Universidad del País Vasco, y esta en concreto es la más barata de Bilbao. Además, llevamos a cabo un programa de salud mental y múltiples actividades”.
Sobre el perfil de los jóvenes que se alojan en las residencias Miriam Pérez, directora de la residencia de Blas de Otero la cual lleva abierta 18 años, detalla: “La mayoría de los residentes son de primero y segundo año, alumnos que no conocen la ciudad ni a gente y, de esta manera, los padres están más tranquilos”. Ahora mismo hay 92 alumnos alojados, aunque el centro tiene capacidad para 185, pero Pérez insiste, “son ya muchos los padres que están reservando las habitaciones para sus hijos para el curso que viene”.
Asegura que alumnos de Erasmus ha habido siempre, pero este año la cifra ha aumentado ya hasta alcanzar el 60%, sobre todo de países europeos como Francia e Italia. Alumnos que vienen buscando una ciudad “grande, cómoda y asequible. En la que hay mucha oferta a nivel cultural”.