Los vascos destinan ya más de la mitad de su salario al alquiler de la vivienda en la que residen, concretamente un 54%. La subida de los precios de los inmuebles, tanto en alquiler como en venta -con una media de 732,4 euros mensuales por piso y 9,7 euros por metro cuadrado- , impulsada por la escasez de oferta ha colocado a Euskadi como la cuarta comunidad en la que sus habitantes destinan más dinero al pago de arrendamiento. 

Esta cifra, media de los tres territorios vascos, se ve impulsada por la media gipuzkoana, donde sus habitantes dedican el 60% del sueldo bruto al pago del alquiler. Y es que la mala situación de la vivienda en este territorio es de sobra conocida: su capital cuenta con menos de 300 viviendas de alquiler de larga duración -el 95% del total de la demanda de alquiler corresponde a larga temporada- y el territorio es en el que se registra el precio medio más alto de la vivienda, alcanzando los 16,67 euros por metro cuadrado al mes y superando por casi dos euros la media total de la comunidad.

Si bien las condiciones no son las más favorables para optar por arrendar, hay personas que por gusto o necesidad continúa haciéndolo, y se da de bruces cuando empiezan a barajar las opciones de alquiler disponibles. Y es que, según los últimos datos de Areizaga Inmobiliaria, por cada piso en alquiler en Gipuzkoa hay más de 30 familias interesadas, cifra que se ha cuadruplicado en comparación con 2019. 

Liher Bravo, responsable de Alquileres en Areizaga Inmobiliaria asegura que cada vez hay más familias luchando por encontrar piso en San Sebastián porque cada vez hay menos pisos de alquiler: "El desafío del acceso a la vivienda es un problema estructural que afecta a nivel nacional. La demanda supera con creces la oferta, y a lo largo de los años hemos sido testigos de una reducción significativa en el número de viviendas disponibles para alquilar en Gipuzkoa".

Así, y mientras hace cinco años, en 2019, por cada vivienda que se encontraba alquilada en este territorio, se interesaban 8 familias, ahora lo hacen 30. Cifra que también supera a la media nacional -la cual también se ha disparado-, que se sitúa en 24 familias interesadas por cada vivienda arrendada.

Y es que, tal y como detalla Bravo, en una década, el panorama de la vivienda en Euskadi "ha cambiado drásticamente". Y es que mientras que hace diez años Gipuzkoa contaba con más de 800 viviendas disponibles para alquilar, en 2023 este número se redujo a menos de 350. "Mientras tanto, el número de hogares sigue en aumento en la región, exacerbando aún más el desequilibrio entre la oferta y la demanda. Y esta escasez de viviendas está impulsando un incremento en los precios y dificulta el acceso a la vivienda porque los propietarios se encuentran ahora con más de 30 perfiles entre los que elegir", concluye.

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