El sector primario en Euskadi no está atravesando su mejor momento. El pasado tres de junio agricultores y ganaderos vascos se unieron a los de Francia para cortar puntos estratégicos de la frontera de ambos países como denuncia a la situación que están atravesando.
Ahora las Juntas Generales de Álava han pedido por unanimidad a la Diputación que tanto la agricultura como la ganadería sean declaradas como "actividad estratégica" y que, en esta línea, se desarrollen políticas activas para proteger el trabajo de las explotaciones familiares del territorio.
Tal y como ha explicado Elkarrekin Araba, en nombre de UAGA, Bionekazaritza y Araba Bizirik, en los últimos años las explotaciones agroganaderas de Álava se han reducido en un 42% y la superficie dedicada a la agricultura en un 2,5%. Este descenso de explotaciones ganaderas se debe, en gran medida, a la ausencia de relevo generacional actual.
Y es que, tal y como han señalado, "la mayoría de los habitantes tienen más de 65 años", dejando un sector primario claramente envejecido. La despoblación, indudablemente, "se hace sentir en el territorio", dejando como resultado que 397 localidades no lleguen a los 1.000 habitantes, de los cuales "la mitad cuentan con menos de 50 personas viviendo".
En esta línea, la clave reside en que la población en estos lugares crezca para impulsar directa e indirectamente la actividad en un sector tan importante en álava que genera en la provincia 241 millones de euros, más de la mitad del dato global de Euskadi (466 millones).
En el exterior de las Juntas Generales y con motivo de este debate se han concentrado representantes de UAGA, Bionekazaritza y Araba Bizirik para pedir que la moción aprobada hoy llegue a término y no se quede en saco roto. Por eso, Gorka Barredo, de UAGA, ha instado a que la moción "sirva para paralizar de este saqueo constante al entorno rural, ahora amenazado por la industria energética, pero acosado desde hace años por polígonos industriales, infraestructuras como el TAV, carreteras, etc". Y ha exigido que mientras no se desarrollen los planes territoriales sectoriales "se paralicen todas las tramitaciones de proyectos que amenazan este papel vertebrador y central en el equilibrio territorial" de la actividad agropecuaria.