Las haciendas vascas recaudaron 6.520,4 millones de euros entre enero y mayo, lo que supone un ascenso del 1,4% en relación con el mismo periodo del año pasado, a pesar de que Bizkaia tuvo unos ingresos menores a los de 2023.



En este territorio se ingresaron 74,6 millones menos, lo que supone una bajada del 1,9% que la Diputación de Bizkaia vincula con las "operaciones extraordinarias" de 2023 y con las devoluciones este año en el IRPF a raíz de las últimas sentencias del Tribunal Supremo sobre los mutualistas. Sin tener en cuenta esas variables la recaudación habría crecido un 4,5%, según las estimaciones del ente foral.



La imposición directa aportó a las arcas de Bizkaia 1.866,6 millones, lo que supone una subida del 6,4%, es decir 111,8 millones más. El Impuesto sobre Sociedades creció un 45,6% y el IRPF en su conjunto un 3,1%. Todo ello a pesar del aumento de las devoluciones derivadas de la campaña de la Renta y también de la citada sentencia del Supremo.

La recaudación por imposición indirecta sumó 1.658,1 millones, lo que supone un 10,3% menos que en los cinco primeros meses de 2023 debido a la mala evolución de los impuestos al consumo, en especial por los hidrocarburos.

Los diputados generales de Álava, Bizkaia y Gipuzkoa

En Gipuzkoa se recaudaron hasta mayo 1.879,8 millones, un 7,3% más. Una evolución positiva que se explica por el incremento de los ingresos en las retenciones sobre rendimientos de trabajo, las retenciones sobre ganancias patrimoniales, el IVA y las retenciones sobre rendimientos de capital mobiliario, así como por la disminución de pagos por ajustes con el Estado de los impuestos especiales.

En Álava la Diputación recaudó 903,6 millones entre enero y mayo, 36,7 millones más, lo que supone un alza del 4,2% y contribuye a colocar en positivo el balance de las tres haciendas forales. A este incremento contribuyeron tanto los impuestos directos (+3%) como los indirectos (+5,3%).

La evolución de las arcas vascas tiene así a enderezarse tras un mal inicio de año, aunque la subida es aun demasiado corta como para pensar que las haciendas pueden mantener el ritmo de los últimos años y está lejos de las previsiones oficiales del Gobierno vasco.

Noticias relacionadas