Los festivales de música hace ya tiempo que alcanzaron tales dimensiones que sus miles de asistentes han hecho que se conviertan en un negocio tan atractivo que todas las localidades tratan de hacer un evento lo más multitudinario posible. También en Euskadi, donde destacan por su tamaño el BBK Live y el Azkena Rock, ambas citas impulsadas por la empresa Last Tour, con el apoyo económico de los ayuntamientos de Bilbao y Vitoria-Gasteiz y de las diputaciones de Bizkaia y Álava, a la que se suma una aportación por parte del Gobierno vasco y el patrocinio de Kutxabank.
No obstante, como ocurre con el resto de macroeventos, generan datos positivos a nivel económico. Y es que, según los cálculos realizados por el Ayuntamiento de la capital vizcaína, la XVIII edición del Festival Bilbao BBK Live, celebrada entre el 11 y el 13 de julio, ha generado un impacto económico en la ciudad estimado en 25,4 millones de euros.
Una cantidad algo inferior a la de la pasada edición, que alcanzó el récord de 26,5 millones, pero similar a los 25 millones de 2022, y que "ha tenido incidencia, sobre todo, en los sectores de hostelería, comercio y alojamientos", donde, según ha detallado el concejal de Desarrollo Económico, Comercio, Turismo y Empleo, Xabier Ochandiano, "se ha superado nuevamente el 90% de ocupación hotelera durante las tres jornadas que ha durado este evento".
No obstante, hay que tener en cuenta que muchos de los asistentes al BBK Live pernoctan en la zona de camping habilitada por el propio festival, con capacidad para 20.000 personas en sus 112.000 metros cuadrados de superficie. Además, los de Bilbao y alrededores optan en su mayoría por dormir en sus domicilios, por lo que hablaríamos únicamente de un porcentaje que sí recurre a los hoteles y albergues para pasar una, dos o tres noches, en función de si han adquirido bono para las tres jornadas o bien entradas individuales.
Desde Crónica Vasca hemos hecho la prueba de preguntar a diversos hoteles y albergues de la capital vizcaína por estos datos, pero no tienen registros de cuántos de sus huéspedes han llegado a la ciudad en estas fechas por el festival, por lo que no es posible corroborar ese supuesto "efecto llamada".
3.200 empleos
Por otro lado, los preparativos de estas citas también tienen repercusión en materia de empleo. De tal forma que en el montaje de todo el recinto de Kobetamendi han participado 3.200 profesionales de diferentes empresas locales de tareas de logística, suministros, servicios, iluminación, sonido, audiovisuales, seguridad o catering.
Todas estas cifras confirman la consolidación de esta cita, que acaba de cumplir su mayoría de edad, y que tiene por delante el reto de "alcanzar cifras cualitativas, aumentando la calidad en cuanto a disfrute de las personas asistentes a los conciertos", indican desde la promotora.
En este sentido, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha criticado prácticas que considera "irregulares" y "abusivas", como la prohibición de entrar al recinto con alimentos y bebidas de fuera, no devolver la entrada si el evento se cancela por causas climatológicas o la obligación de abonar las consumiciones con una pulsera de pago cuyo dinero no gastado sólo puede ser recuperado por el usuario en un plazo de quince días y previo pago de una comisión. Otro de los aspectos a mejorar son las "precarias" condiciones laborales que han denunciado algunos de los trabajadores del festival.
Repercusión internacional
En esta edición, Bilbao BBK Live ha recibido 6.000 personas menos que en 2023, pero ha superado los 110.000 asistentes, muchos de los cuales han adquirido pase para los tres días. Un 44% del público ja venido de otras comunidades autónomas, sobre todo de Madrid, Cataluña, Valencia, Cantabria y Andalucía. Un 26% procedía de otros países, principalmente de Reino Unido, Francia, Italia y Portugal. Y el 30% restante se ha desplazado desde Bilbao u otros puntos de Euskadi. En cuanto a la edad del público, un 41% tenía entre 30 y 39 años; un 28% entre 18 y 29; un 23%, entre 40 y 49; y un un 8% más de 50.
Y, con respecto al segundo festival más popular en Euskadi, el Azkena Rock Festival, que este verano celebraba su XXI edición en Vitoria-Gasteiz entre el 20 y el 22 de junio, desde la organización calculan un impacto económico de en torno a 7 u 8 millones de euros en la capital alavesa a falta aún de conocer el balance final.
Aunque más modesto en cuanto a tamaño, el hermano mayor del Bilbao BBK Live cuenta con un público muy fiel que batió récord el año pasado con 48.500 personas y que este año ha sido capaz de superarlo reuniendo a más de 50.000 asistentes en el recinto de Mendizabala. El Azkena Rock Festival y el Bilbao BBK Live son dos citas muy distintas pero que saben exprimir al máximo el rentable negocio de la música en vivo.