Osakidetza ha absorbido el 22% del aumento de los ingresos de las haciendas en la era Urkullu
El Servicio Vasco de Salud dispone de 1.500 millones más que hace once años aunque la ganancia presupuestaria no ha servido ni para estabilizar su plantilla ni para sostener su reputación
5 septiembre, 2024 05:00Noticias relacionadas
El comienzo del curso político está marcado por Osakidetza. El nuevo lehendakari Imanol Pradales ha querido dejar claro desde el inicio que revertir el deterioro reputacional de la salud pública vasca es su máxima prioridad y para ello pone en marcha un gran foro con partidos, sindicatos, expertos y profesionales en el que tratar de acordar cambios.
La falta de recursos, principalmente a nivel de personal, es evidente en muchos eslabones de la cadena sanitaria pero, ¿es todo un problema de dinero? Lo cierto es que vocación de gasto por parte del Gobierno vasco en Osakidetza hay. Al menos ese es el mensaje que se intenta trasladar desde el nuevo gabinete de Pradales. Aunque aun es pronto para abordar cifras concretas, el nuevo consejero encargado de elaborar los presupuestos, Noël D'anjou, ya ha dejado claro que la sanidad será la prioridad en el reparto del gasto en 2025.
También la etapa de Iñigo Urkullu, tres mandatos sumando casi doce años en Ajuria Enea, ha estado marcada por una inversión creciente en Osakidetza, un protagonismo en los Presupuestos vascos que no ha servido en cambio para sostener la buena imagen de la sanidad pública. El propio sociómetro del Gobierno vasco recoge que Osakidetza se ha convertido tras la pandemia de covid en una de las grandes preocupaciones a nivel social cuando en 2019 había otras muchas cuestiones a las que los ciudadanos vascos daban prioridad.
El dinero incluido en los Presupuestos de Euskadi para Osakidetza este año roza los 3.900 millones de euros, lo que supone un 64% más que en las primeras Cuentas elaboradas casi en 'economía de guerra' por la crisis por el primer gobierno de Urkullu para 2013 (2.372 millones de euros). El incremento es en términos relativos claramente superior al que presentan otras patas clave del gasto público como la educación o, en este caso debido a la mejoría del mercado de trabajo, las ayudas sociales con la RGI a la cabeza.
Nuevas necesidades
Pero la fuerte subida porcentual del dinero disponible no lo dice todo, sobre todo tras una pandemia y un periodo superinflacionario que han encarecido casi todas las facturas. Y todo ello en un contexto de rápido envejecimiento de la población, lo que también agudiza las necesidades sanitarias aunque no hagan falta ya mascarillas. En resumen, hay más dinero para médicos que cuando Urkullu asumió los mandos de Lakua con Jon Darpón al frente del departamento de Salud pero también hay que gastar mucho más que entonces. Eso por no hablar de las urgencias de rejuvenecer y estabilizar una plantilla descosida por la temporalidad.
El aumento del dinero disponible ha sido posible por el viento económico favorable que ha empujado la gestión de Urkullu estos años. Una vez superada la crisis del ladrillo la actividad y el empleo han sostenido un crecimiento más o menos constante, con la salvedad del bache del covid, que ha permitido recobrar la salud a las arcas públicas vascas.
La recaudación vía impuestos, el principal sostén del gasto del Gobierno vasco (parte del dinero que entra en las arcas forales se destina a las otras instituciones, diputaciones y ayuntamientos), superó el pasado año los 18.200 millones de euros, unos 6.800 millones por encima del 'suelo' de 2012 (la base con la que se elaboraron los Presupuestos del año siguiente). De esa ganancia bruta, por tanto, algo más de un 22% (1.517 millones más) se habría ido a Osakidetza.
La apuesta de un gran pacto social por la sanidad de Pradales llega, en lo económico, en un momento delicado. Más allá de las declaraciones del consejero D'anjou, la recaudación fiscal no están mostrando hasta ahora el vigor de años anteriores.
En unos días se conocerá la evolución de los ingresos de las tres haciendas forales hasta agosto y, con ese dato, el departamento que gestiona 'los dineros' de Euskadi comenzará a trabajar en el trazo fino del reparto presupuestario para 2025. A mediados de octubre, cuando se reúnen de forma oficial Gobierno vasco y diputaciones para hablar de dinero, habrá una imagen ya muy nítida de cuánto van a engordar los ingresos de las haciendas este año (hasta julio lo hacen solo un 1% por los pagos a mutualistas).