La vivienda y su complicado acceso ha sido y es uno de los temas que ocupan un mayor espacio no solo de la política vasca, también nacional. Cada comunidad está desarrollando sus mecanismos para paliar el problema que existe actualmente. En el caso de Euskadi, uno de ellos será apoyarse en la fiscalidad.
Y es que la reforma fiscal en materia de vivienda ha sido una de las grandes novedades presentadas por las tres haciendas vascas en su propuesta, acordada por el PNV y PSE-EE -grupos que tienen mayoría absoluta en Bizkaia, pero no en Gipuzkoa ni en Álava-.
Las nuevas propuestas sobre vivienda
El eje central de esta propuesta es favorecer el impulso al arrendamiento potenciando incentivos fiscales para incrementar la oferta de alquiler asequible, como por ejemplo, mejorar el tratamiento fiscal de los arrendadores que destinen su vivienda a una persona inquilina habitual, siendo esto superior cuando exista intermediación pública en el alquiler o que la vivienda esté en zona tensionada, en ambos casos puede llegar al 50%.
Eso sí, las rentas superiores a 85.000 euros no podrán acceder a deducciones ni por compra ni por alquiler. Por otro lado, se aumentaría el porcentaje de deducción para ciertos inquilinos, en general del 20 al 30% y en el caso de los jóvenes, hasta un 35%.
Y es que son precisamente los jóvenes los que más están sufriendo esta problemática, incapaces de encontrar una vivienda de alquiler asequible. Para favorecer la emancipación juvenil, desde las diputaciones vascas proponen facilitar el acceso a la adquisición de vivienda habitual, con la ampliación del plazo de la cuenta vivienda de 6 a 10 años.
Suprimir también el límite máximo de 8.500 euros de inversión por adquisición de vivienda durante el primer año, incrementar las deducciones por alquiler y adquisición para el colectivo joven, cuyo umbral se elevaría hasta que se cumplan los 36 años y permitir la aplicación de las deducciones generadas y no aplicadas en los siguientes 5 ejercicios.
Además, y con el objetivo de renovar el parque inmobiliario “envejecido”, se permitirá que la persona propietaria de una vivienda pueda deducirse por rehabilitación de vivienda protegida, siempre que esta se destine a arrendamiento de vivienda habitual.
Se elevan a 19.000 las rentas exentas de pagar IRPF
Otras de las apuestas claves de las diputaciones, ha sido la iniciativa de elevar de 14.000 a 19.000 euros anuales la obligación de declarar en el IRPF (superior al Salario Mínimo Interprofesional que en 2024 se sitúa en 15.876 euros) mejorando, así, “la tributación de las rentas más bajas”.
Deducción por reincorporación al trabajo de hasta 1.500 euros
Las diputaciones han querido apostar además por “la discriminación positiva de la mujer” incrementando determinados porcentajes de deducciones para fomentar su participación en el tejido empresarial, ejemplo de ello es la consolidación en el IRPF de la reducción de hasta el 15% para mujeres emprendedoras.
Además, se ha incluido una nueva deducción por reincorporación al mercado laboral tras el cuidado de menores de tres años - ya sea excedencia o reducción jornada- de 1.200 euros para las mujeres y de 1.500 euros para los hombres.
Potenciar el cobro de prestaciones en forma de renta
Las diputaciones fomentarán, además, los sistemas de previsión social complementaria de empleo preferentes, dotando para ello de un nuevo marco tributario que posibilite o ayude a conseguir dicho objetivo.
Así, se actualiza su tratamiento fiscal potenciando el cobro de prestaciones en forma de renta y se favorecen las aportaciones de calidad, con mayores incentivos a mayor aportación.
Fiscalidad verde
Además, las diputaciones han propuesto deducciones del 5 o del 10% en el IRPF por la compra de vehículos nuevos de cero emisiones y del 15% por el establecimiento de puntos de recarga.
También deducciones en el Impuesto de Sociedades por inversiones y gastos vinculados a proyectos que procuren el desarrollo sostenible, la conservación y mejora del medioambiente o la economía circular.
Protección al tejido productivo
En el caso de las microempresas la reforma fiscal consolida, en general, los forfaits (gastos de difícil justificación) ya existentes en las actividades agrícolas, ganaderas y en el transporte de mercancías y se establece uno nuevo del 40% para el régimen de artistas. Asimismo, se consolida el forfait para las microempresas en el 15%.
En el caso de las micros y pequeñas empresas se elimina el límite del 70% de la base imponible positiva previa para la compensación de las bases imponibles negativas.