El sector vinícola alavés no atraviesa su mejor momento. Sus bodegas han cosechado unos de los peores datos de los últimos años, a lo que se le suma las dificultades para encontrar relevo generacional o la competencia de grandes distribuidoras.
Y es que en los primeros seis meses de este año se ha exportado desde Álava vino por valor de 116.204.000 de euros frente a los 117.068.000 de euros en 2023 y a los 117.168.000 de euros en 2022.
Profesionales del vino e instituciones vascas buscan la manera de paliar esta caída de la producción progresiva, entre la que destacan las ayudas que Gobierno vasco destina a este sector.
Para facilitar la recuperación de los rendimientos productivos de sus explotaciones tras la caída productiva de la vendimia de 2024 con la compensación de los costes ligados a la recuperación del potencial productivo de las explotaciones alavesas amparadas en la DOCa Rioja, el Ejecutivo mantiene abierta hasta el próximo día 29 la convocatoria de ayudas, dotada con 1,7 millones de euros.
Las ayudas tendrán la consideración de subvenciones a fondo perdido y el valor de la dotación se fija en una prima por hectárea, a tanto alzado calculado en 1.462,5 euros por hectárea, hasta un máximo de diez hectáreas por solicitud.
Así, todas las personas titulares de explotaciones vitícolas alavesas titulares de una explotación agraria inscrita en el REA (Registro de Explotaciones Agrarias) con viñedos inscritos en el Registro Vitícola de Araba y amparados por la DOCa Rioja, podrán ser beneficiadas.
También se exigirá que se haya tenido, en parcelas de su explotación durante la campaña de 2024, un rendimiento productivo inferior al 50% sobre el rendimiento máximo estipulado por la DOCa Rioja en esa campaña -que este año ha sido de 5.850 kg por hectárea. De esa forma, el rendimiento máximo admisible de la explotación para que su titular sea beneficiario se establece en 2.925 kg por hectárea.