
Firma de la Alianza Financiera Vasca.
La hucha del Gobierno vasco dispondrá de 1.166 millones para abordar nuevas inversiones tras Talgo y Arania
Desde su llegada a la lehendakaritza, Imanol Pradales y su equipo han expresado su interés en reforzar el tejido industrial y tecnológico de Euskadi y acaban de anunciar la creación, junto con nueve entidades financieras, de una Alianza Financiera Vasca para atraer capital privado
El Gobierno vasco se alía con nueve bancos para inyectar 1.000 millones al Instituto Vasco de Finanzas
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"Contamos con una cultura manufacturera y un tejido industrial abierto, innovador y competitivo, contamos con un capital humano amplio y cualificado y contamos con un sector financiero dinámico, saneado y solvente", aseguraba ayer el lehendakari Imanol Pradales en el acto de presentación de la Alianza Financiera Vasca que el Gobierno vasco ha alcanzado con hasta nueve entidades financieras del territorio.
Un pacto que supone un paso más allá en la estrategia del nuevo Ejecutivo para "movilizar el capital y ahorro vascos y atraer capital y ahorro externos para crecer como país". De nuevo, la colaboración público-privada promovida por su antecesor, Iñigo Urkullu, se erige como la herramienta elegida para incentivar la llegada de nuevas compañías así como el arraigo de las empresas vascas, aprovechar oportunidades de crecimiento empresarial a través de operaciones de inversión, ampliación o adquisición, y trabajar para la captación de capital exterior.
Pero más allá de las palabras, parece que el nuevo Gobierno vasco se lo está tomando en serio. Tan en serio que ha iniciado ya los trámites para llevar a cabo una modificación de los presupuestos de 2025 que permita inyectar 1.000 millones de euros al Instituto Vasco de Finanzas (IVF), que se sumarán a los 226 con los que cuenta en la actualidad, de los que ya ha comprometido 60, para llevar a cabo nuevas operaciones estratégicas, por lo que contará con 1.166 millones hasta agotar la presente legislatura.
El IVF, que articula sus inversiones empresariales a través del fondo Finkatuz, tiene previsto llevar a cabo nuevos movimientos, si bien aún no se han desvelado el listado de firmas en las que tiene puesto el foco, pero que, en palabras del propio Pradales, podría estar protagonizado por actividades relacionadas con la transformación de los sectores tecnológico e industrial y las infraestructuras científicas y energéticas necesarias para ello.

Finkatuz recupera en dividendos el 40% de la inversión acumulada en Kaiku, ITP y CAF.
Futuras inversiones en empresas tecnológicas e industriales
Desde la llegada de Pradales a la lehendakaritza, el Gobierno vasco, a través de Finkatuz, ha comprometido ya 60 millones de inversión pública, que se diversificará entre la histórica compañía de trenes Talgo y el grupo acerero Arania con 45 y 15 millones para controlar un 29,7% y un 6,25% respectivamente.
Dos firmas industriales que no pasan por su mejor momento y que podrían necesitar del respaldo público para garantizar su supervivencia y su arraigo a fin de mantener la actividad económica y el empleo en territorio vasco.
Bajo el último mandato de Iñigo Urkullu, el fondo de inversión público se activó únicamente en tres ocasiones. Concretamente, se emplearon un total de 104,6 millones, 6,6 de los cuales para formar parte del accionariado de Kaiku con un 7,31% de representación; 32 millones para la adquisición de un 3% del fabricante ferroviario CAF; y 65 millones en el 6% del fabricante de motores de avión ITP Aero.
Colaboración público-privada
Con la colaboración de BBVA, Laboral Kutxa, Kutxabank, Fundación BBK, Kutxa Fundazioa, Vital, BasqueFIK, Elkargi y la Federación de EPSV de Euskadi, el Gobierno vasco ha creado la Alianza Financiera Vasca, con el ambicioso objetivo de "contribuir a situar a Euskadi como punta de lanza de la reindustrialización de Europa" y consolidarlo como territorio atractivo para la inversión, impulsar el arraigo y el crecimiento del tejido industrial, empresarial y tecnológico vasco y mejorar e diálogo público-privado para fortalecer la innovación y las capacidades financieras propias.
Este acuerdo se suma a otros instrumentos diseñados por el Ejecutivo en aras a garantizar la competitividad y el arraigo del tejido empresarial vasco, entre los que destacan el clúster financiero vasco BasqueFIK, el Grupo para la Defensa Industrial o el Plan de Ayudas a la Industria 2025 que ha recibido una dotación de 500 millones de euros.