El campo vasco se echa otra vez a la calle contra las políticas de la UE

Los agricultores vascos vuelven a las calles de la capital de Euskadi este jueves para reivindicar su papel como sector imprescindible y protestar contra las políticas agrarias de la Unión Europea.

No es la primera vez que el sector primario vasco acerca sus tractores a las calles de Vitoria; y es que estos llevan demandando mejoras económicas y la agilización de la burocracia agrícola durante años.

Más de un 40% de las explotaciones agrarias "a las puertas de la jubilación" no tiene relevo

Una de las ultimas veces fue con motivo de la visita del ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación de España, Luis Planas, hace poco más de un año. Concentración -de más de 300 tractores que paralizó la ciudad- que se saldó con cargas policiales y varios detenidos. A ella se han sumado varias, la última el pasado mes de febrero. 

Esta vez la manifestación, convocada por ATACA -asociación independiente que ya ha participado en las anteriores marchas- se celebra con motivo del Día mundial del medio rural. Partirá a las 11:00 desde el Buesa Arena y atravesará Vitoria hasta llegar a la Subdelagación del Gobierno, en la calle Olagibel, en pleno centro. 

Ahí leerán un comunicado donde dejarán clara su postura sobre las políticas agrarias y las condiciones de mercado de la Unión Europea, a las que consideran "injustas" y que perjudican un sector primario que ya se ha visto afectado por otros motivos, como la pérdida de relevo generacional en la última década, -el 40% de las explotaciones agrarias vascas a las puertas de la jubilación no tiene relevo-, caída de profesionales que sitúa al sector en una posición comprometida los próximos años. 

Crítica que se acentuó a finales del pasado año con el acuerdo Mercosur, que tal y como apuntaron en su día, "lastraba la rentabilidad del sector frente a otros países que no se rigen por dicha alianza".

Además del rechazo a este convenio, los agricultores vascos piden la simplificación de la burocracia -tanto de permisos como de ayudas-, así como una mayor protección del sector, especialmente perjudicado estos últimos años.