Tras conocerse este martes el arranque de las negociaciones entre MásMóvil y Orange para unirse en una 'joint venture', todas las miradas de la economía vasca se han centrado en Euskaltel. Se cumple un año ahora de la OPA amistosa de la compañía de Spenger sobre la otra 'teleco' vasca y MásMóvil ya está inmerso en una nueva operación empresarial de un calibre descomunal: casi 20.000 millones de valor sumarán las dos compañías pese a los necesarios 'remedies' con los que Europa condicionará la fusión entre los amarillos y Orange.
Sin embargo, fuentes de la compañía de Spenger aseguran a 'Crónica Vasca' que este macrooperador de las telecomunicaciones resultante no va a poner en riesgo la situación de Euskaltel ni su permanencia en Euskadi pese a los precedentes de empresas vascas que han ido perdiendo el arraigo cuando han entrado en ella grandes compañías extranjeras como está viviendo ahora Siemens Gamesa. "Vamos a mantener nuestros compromisos con la plantilla y con la permanencia de la sociedad y la sede de Euskaltel" aseguran fuentes consultadas por este diario. La instrucción, por tanto, en ese sentido es la de "total tranquilidad" en cuanto a la permanencia vasca de la compañía, pese a que la operación hace prever que la toma de decisiones acabará quedándose en las manos galas de Orange cuando el macrooperador salga a bolsa, ya que es previsible que los tres fondos (KKR, Cinven y Providence) que controlan el 85% de MásMóvil abandonen la 'teleco' en ese momento.
En cualquier caso, lo que sí es una certeza es que los ajustes de plantilla realizados en los otros operadores no serían una opción para Euskaltel, porque MásMóvil asumió con los trabajadores de la 'teleco' vasca el compromiso no aplicar un ERE, como mínimo, hasta 2026. Además, desde la compañía ya han insistido en más de una ocasión que ese compromiso es intocable "porque cumplimos lo que decimos".
Una oportunidad para la renovación de fibra
De hecho, la lectura que se puede hacer de la compra podría ser hasta en sentido opuesto, en la línea de que la fusión, de salir adelante en este periodo de negociación exclusiva, podría servir para desatascar esa renovación de la red de fibra de Euskaltel. Un tema delicado porque cualquier movimiento sobre esa red que suponga una venta para generar beneficios a los propietarios o para perder el control de la infraestructura serían una bomba política, por lo que todo aboca a una renovación. Y es que esa red se ha podido desarrollar gracias al impulso de la Administración Pública porque las instituciones vascas apoyaron decididamente la inversión para la red de fibra óptica. Esa renovación, que debería poner fin al problema de accesibilidad a los hogares, a esa 'última milla digital' que lastra a la potente red de fibra, puede tener más visos de acometerse.
Otras fuentes conocedoras del proceso y la situación de Euskaltel no descartan esa opción y destacan el hecho de que la mayor capacidad de inversión que tendrían Orange y MásMóvil juntas podría ser lo que permita plantar cara finalmente a este asunto que tanto tiempo porque el nuevo operador sería "más fuerte y eficiente".
El Gobierno vasco, confiado en la operación
La consejera de Desarrollo Económico, Arantxa Tapia, se ha pronunciado precisamente a este respecto durante su comparecencia en el Consejo de Gobierno. La sailburu ha insistido en que no ve una posibilidad de desaparición, sino más bien todo lo contrario: una "consolidación" de la situación en la que se había ido asentando Euskaltel dentro de MásMóvil con la oportunidad de tener todavía un mayor acceso a las tecnologías de los grandes grupos. Tapia, de hecho, se ha mostrado esperanzada en que el proceso recién iniciado vaya bien-